Ayer mientras cenaba con unos amigos uno de ellos comentó en alto que la firma catalana había sacado una línea para tallas grandes. Sí, no desconectamos ni en nuestro tiempo libre. Todos, esperando que dijera a partir de la 46, nos quedamos anonadados ante el siguiente títular: "Con VIOLETA, la marca textil española con más proyección internacional pretende seguir ofreciendo moda para la mujer joven a partir de la talla 40 con un mensaje directo y simple: me queda bien y me gusta".
Este nuevo proyecto no ayuda a que se deje de expandir ese concepto de 'fans de la delgadez' que tenemos los profesionales de la moda, sino todo lo contrario: produce que sigamos con esa etiqueta grabada a fuego. Al parecer (y cito textualmente la nota de prensa que me ha llegado hoy) "la clave está en el cuidado de los detalles técnicos de patrón talla a talla y en poder ofrecer una colección de calidad para cualquier momento del día, dirigida a una mujer actual y exigente que quiere sentirse guapa, sexy e ir a la moda. El objetivo de Mango (sigue) es vestir a un público joven de la talla 40 hasta la 52 con prendas confeccionadas para ser confortables, femeninas y actuales (otra vez) (...) una gran variedad de producto de tendencia, con la intención de tener una colección completa de ropa y complementos".
El mensaje está claro: han creado una colección de prendas fashion ¡y actuales! para aquellas chicas que (según ellos) no encuentran tendencia en el mercado, y, obviamente, enfocarlo a partir de la talla 40 es un error, básicamente porque no es una talla grande. De hecho, sus otros 'compañeros-competidores' fabrican hasta la 44, con lo que no están llamando gordas (o al menos así lo parece) a aquellas que entran en unos vaqueros y vestidos de la talla 40 como los señores de Mango a Violeta. Pobre chica... Eso sí, aplaudimos a Mango la creación de prendas hasta la talla 52, algo que los otros deberían tomar como ejemplo.