La última semana han circulado informaciones alarmantes sobre la aparición de brotes de la denominada fiebre del virus del Nilo Occidental, particularmente en los municipios de Coria del Río y La Puebla, ubicados en Sevilla, con casi 20 personas ingresadas con meningoencefalitis vírica. Se trata de una enfermedad infecciosa producida por un virus ARN, de la familia Flaviridae, que es transmitido a las personas y a algunos mamíferos mediante la picadura de los mosquitos. Sus hospedadores naturales suelen ser las aves migratorias, pero los mosquitos adquieren el virus al alimentarse de la sangre del ave infectada y luego actúan como vectores, transmitiéndolo a otras especies. Si bien este virus lo transmiten varias especies de mosquito -entre ellas el mosquito común- el más reciente brote parece haber sido ocasionado por el Aedes japonicus, una especie invasora ya presente en zonas de Cataluña y Asturias, y que ahora también se halla en Andalucía. El Aedes japonicus está emparentado con el mosquito tigre y puede transmitir otras enfermedades como el dengue o el chikungunya. Es de color marrón, ligeramente más grande que el mosquito tigre, y con las rayas del tórax doradas. Síntomas
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), en su variante más leve, el virus del Nilo Occidental puede presentarse asintomático -80% de los casos- o producir afecciones comunes a otras enfermedades, como pueden ser: fiebre, vómito, náuseas, inflamación de los ganglios linfáticos, erupciones cutáneas, dolores musculares y articulares, fatiga o dolores de cabeza. Su incubación puede durar de 3 a 14 días. En menos del 1% de los casos -principalmente en personas mayores o con patologías previas- puede afectar de forma grave el sistema nervioso y derivar en meningoencefalitis vírica, que es potencialmente letal. La meningoencefalitis se caracteriza por dolores de cabeza agudos, fiebre elevada, desorientación, temblores, convulsiones, debilidad muscular y puede llegar a producir coma y parálisis, por lo que requiere hospitalización. Cómo prevenir las picaduras
Las autoridades deben efectuar controles medioambientales y tratamientos de las zonas afectadas para impedir la reproducción del mosquito, ya que no existen vacunas para tratar el virus del Nilo Occidental ni tratamientos específicos para las personas que lo hayan contraído. Las personas, por su parte, deben optar por la prevención. La multinacional especializada en control de plagas e higiene ambiental, Rentokil Initial, ha recopilado una serie de consejos para evitar la exposición y las picaduras de los mosquitos, y en particular del Aedes japonicus:
- Usar ropa de color claro y preferiblemente que cubra brazos y piernas, que son las zonas más expuestas a picaduras.
- Evitar perfumes con olores muy intensos que atraen a los mosquitos.
- Aplicar repelentes, sobre todo si se estará en entornos abiertos entre el atardecer y el amanecer -su momento de mayor actividad- o en zonas rurales con abundante vegetación. Una alternativa son los repelentes naturales como la citronela, la esencia de menta o de limón, el eucalipto o el extracto de lavanda o vainilla.
- Cubrir con mosquiteros las puertas y ventanas, especialmente en zonas donde ya se han reportado personas o animales infectados.
- Evitar las aguas estancadas que funcionan como criaderos de mosquitos. Aquí se incluyen medidas como cubrir los recipientes de agua en las casas con tapas herméticas o evitar el paso por zonas húmedas como las riberas de los ríos, los estanques, los lagos o las lagunas.
- Apagar la luz cuando no sea necesaria.
- Seguir hábitos adecuados de higiene corporal.
Rentokil Initial es un Grupo líder mundial en servicios de Higiene Ambiental con presencia en 80 países, registrando crecimientos anuales en facturación, beneficios y dividendos. En España opera desde 1981 contando con 4 actividades principales: Control de Plagas, Higiene, Servicios de Decoración con Plantas de Interior y Marketing Olfativo.
Fuente Comunicae