Virus del Zika

Por Gabriel Giner @esaludcom

El Zika es un virus que se transmite a través de la picadura de mosquitos. Se da especialmente en el sudeste asiático, determinadas zonas del Caribe, y en Ameríca Central y América del Sur. Es importante destacar que la gran mayoría de personas que se contagia de este virus no enferma; no obstante, resulta muy peligroso en el caso de mujeres embarazadas, quienes pueden transmitir el virus al feto.

Y es que el Zika puede causar microcefalia en los bebés cuyas madres se han infectado de este virus durante el periodo de gestación. Se trata de un trastorno caracterizado porque el tamaño de la cabeza es mucho más pequeño de lo habitual. La microcefaloa se puede presenyar de forma aislada, es decir sin otros defectos de nacimiento de carácter grave; o bien presentarse junto con otros defectos tanto físicos como mentales más o menos graves.

Los síntomas más habituales son los siguientes: erupciones en la piel, dolor en las articulaciones, fiebre y conjuntivitis. Por lo general, los indicios propios del virus del Zika son leves y comienzan una vez transcurridos siete días desde la picadura del mosquito.

¿Cómo se transmite?

El primer registro histórico del virus del Zika data del año 1947 en Uganda, África; un grupo de investigadores lo detectaron en una población de macacos. En lo relativo a los humanos, se descibrió por primera vez en Uganda y Tanzania en el año 1952. Desde entonces, se han dado numerosos brotes de Zika, sobre todo en determinadas zonas tropicales del continente africano.

Fue en el año 2007 cuando se registró el primer brote de Zika fuera del continente africano, concretamente en Micronesia. Desde entonces se han dado más brotes; uno de los más conocidos a nivel mundial fue el que tuvo lugar a mediados del año 2015 en Brasil.

La transmisión del virus se da a través de la picadura de mosquitos del género Aedes, tanto a monos como a seres humanos. Así, cuando el mosquito que porta el virus pica a una determinada persona, en primer lugar ataca a las células para posteriormente extenderse a los ganglios linfáticos y a la sangre.

Aunque la transmisión a través de la picadura de mosquito es la más habitual, también se contemplan otras.

  • Perinatal transplacentaria: se conoce como tal a la transmisión que se da durante el parto cuendo la madre está infectada y su sangre tiene presencia del virus del Zika.
  • Transfusión de sangre: durante el brote de Zika que tuvo lugar en la Polinesia Francesa a finales del año 2013 y princopios de 2014, se encontró este virus en la sangre del 3% de donantes del total analizados.
  • Transmisión sexual: se han registrado varios casos de transmisión del virus del Zika por vía sexual; en un paciente el virus se aisló en el semen hasta transcurridas dos semanas después de recuperarse de los síntomas propios de la enfermedad.

Destacar que estos tres últimos modos de transmisión del virus del Zika son muy extraños. La gran mayoría de pacientes lo adquieren, tal y como hemos señalado, a través de la picadura de un mosquito portador del virus.

Factores de riesgo

Existen determinados factores que incrementan en cierta medida el riesgo de contraer esta enfermedad.

Por un lado, viajar a zonas en las que se han registrado brotes, como algunos países de América, las islas cercanas a África Occidental y varias islas del Pacífico.

Y, por otro lado, tener relaciones sexuales sin protección. Los expertos recomiendan abstinencia en la actividad sexual durante el periodo de gestación o el uso de preservativo si el hombre ha viajado a una zona con transmisión activa del virus del Zika.

Síntomas del Zika

En líneas generales, las personas infectadas por el virus del Zika, presentan en su gran mayoría síntomas leves, los cuales abarcan: fiebre, sarpullidos en diferentes zonas del cuerpo, dolor de cabeza de gran intensidad, dolor articular, conjuntivitis y dolor en los músculos que se intensifica con cualquier tipo de actividad física.

El principal síntomas que se da en pacientes infectados por el virus del Zika es la fiebre, la cual no llega a ser muy alta; suele mantenerse por debajo de 38,5ºC.

Los síntomas por lo general son de carácter leve y duran aproximadamente entre siete y diez días. La gran mayoría de personas infectadas por este virus no sienten que estén tan enfermas como para solicitar asistencia médica. Es por ello que en ocasiones el Zika pasa totalmente desapercibido ya que numerosas personas no se dan cuenta de que realmente están infectadas.

Diagnóstico y tratamiento

Tal y como hemos reflejado, en un alto porcentaje de casos el virus del Zika es asintomático, por lo que nunca llega a diagnosticarse. En aquellos casos en los que la enfermedad sí da lugar a una serie de indicios, es frecuente que se confundan con los propios de otras enfermedades como el dengue, la cual también se transmite a través de la picadura de mosquito.

Ante la más mínima sospecha de este virus es recomendable solicitar asistencia médica. El médico en primer lugar realiza una historia clínica del paciente, en función de los síntomas que presente, así como de su estado de salud, valorando especialmente si padece otros trastornos crónicos o no; además, tiene en cuenta si el paciente ha viajado recientemente a zonas endémicas.

Para diagnosticar este virus se realiza la detección por PCR del material genético. Una prueba diagnóstica que debe realizarse mientras haya presencia del virus en sangre, es decir, entre los tres y cinco días posteriores al inicio de los síntomas. Si los indicios ya han remitido, se puede determinar la presencia del material genético del virus en cuestión a través de un análisis de saliva o de orina.

Otro método para detectar esta enfermedad es mediante el análisis de la presencia de anticuerpos contra el virus del Zika en una analítica sanguínea; se puede establecer hata una semana después del comieno de los síntomas. No obstante, estos anticuerpos pueden arrojar un falso positivo si el paciente ha padecido otra infección como el dengue por ejemplo.

Es importante destacar que el diagnóstico de este virus no tiene especial relevancia para determinar el tratamiento del paciente ya que los resultados no se obtienen hasta pasadas dos semanas. Por lo tanto, el diagnóstico tiene, en líneas generales, un interés epidemiológico para describir la distirbución geográfica de la enfermedad.

Hasta el día de hoy no existe ningún tratamiento específico para hacer frente a la infección por el virus del Zika. El paciente debe mantener reposo e ingerir abundantes líquidos y alimentos ricos en agua para evitar la deshidratación a causa de la fiebre. En ocasiones, en función del grado de dolor tanto muscular como articulae que presente, el médico puede recetar paracetamol.

¿Cómo prevenir el virus del Zika?

No existe ninguna vacuna para evitar la infección por este virus. Por lo tanto, la mejor forma de evitar la enfermedad a la hora de viajar a zonas endémicas es evitar las picaduras de mosquito. Un gesto que, además del Zika, puede ayudar a evitar otras enfermedades que se transmiten a través de la picadura de estos insectos, como la malaria o el dengue.

  • Es requisito indispensable en los viajes a zonas tripicales el uso de repelente contra mosquitos, el cual se debe utilizar de manera continua. Durante el día, primero se aplica el protector solar y, a continuación, el repelente.
  • Hay algunos mosquitos que pueden picar incluso a través de la ropa, por lo que se recomienda llevar pantalones largos y camisas de manga larga, sobre todo cuando se vayan a realizar actividades al aire libre.
  • Evitar en la medida de lo posible lugares en los que se acumule agua, como macetas o similares, ya que atraen a los mosquitos.
  • Por supuesto, muy recomendable el uso de una mosquitera, tanto en puertas y ventanas como en la cama.

Tal y como hemos explicado, la forma de transmisión más frecuente del virus del Zika es mediante la picadura de mosquito. No obstante, aunque no es demasiado habitual, también puede darse por vía sexual. Así, resulta conveniente el uso de preservativos durante un mes si se ha viajado a una zona endémica si no se han presentado síntomas; si se han dado indicios propios de la enfermedad, el periodo se extiende hasta los seis meses.

Complicaciones

Por lo general, el virus del Zika sólo da lugar a complicaciones cuando se presenta en mujeres embarazadas, sobre todo en etapas avanzadas del periodo de gestación. Se han registrado casos de abortos espontáneos y microcefalia.

El virus del Zika también puede causar lo que se conoce como el síndrome congénito por el Zika, el cual incluye una serie de defectos de nacimiento: microcefalia grave, daño cerebral, daño en los ojos, problemas en las articulaciones que limitan el movimiento y movimiento corporal reducido.

Conclusión

El Zika es una infección relativamente novedosa, de la cual se siguen realizando numerosos estudios. Aunque no se conoce a ciencia cierta cuáles son las consecuencias que puede tener en pacientes, cuando estos presentan un buen estado de salud, el virus no deja ningún tipo de secuelas.

En España existe un potencial factor de riesgo para la transmisión del virus debido por un lado al alto nivel de inmigración; y, por otro lado, al número cada vez mayor de viajes a zonas tropicales por parte de los nacionales. Por lo tanto es posible, aunque poco probable, que se den brotes de esta enfermedad.