La primera parada era entonces Helsinki en Finlandia, ciudad y país al que hay que dedicarle otra semana, pero que en este caso le dedicamos una larga tarde de 13 a 21h, para esa noche tomar un barco a Tallin, Tallink Silja, cuyo trayecto dura dos horas y sale a 35€ por cabeza.
Una vez en los Bálticos, en Estonia, dedicamos a su capital dos dias completos, porque teníamos amigo allí, y así vimos tanto el centro histórico como los alrededores, además de degustar su sorprendente cocina. El cuarto dia de viaje, alquilamos un coche por cinco días, y lo hicimos con una de las pocas compañías que encontramos que nos permitían sacarlo en un país y devolverlo en otro, Rentalcars.com. [En este punto quisiera mencionar que me sorprende mucho que con la cantidad de viajeros que hacen este trayecto en ambos sentidos, no haya más compañias que lo permitan, y las que lo hacen que no tengan una mayor competencia, puesto que nos "sangran" con un recargo de 250 euros por devolverlo en otro país, una cifra que podría redicirse mucho si se organizara alguna bien]. La broma de alquolar el coche, tener seguro a todo riesgo y dos conductores sale por más de 500 euros, y a eso hay que sumarle gasolina.
El cuarto dia de viaje, salimos pronto de Tallin, comimos en Tartu y la visitamos, y cenamos en Cesis y la paseamos, las distancias son muy cortas, aunque el límite de velocidad de 90 en Estonia es muy odioso. El quinto día de viaje tras dormir cerca de Cesis dentro del Parque Nacional, visitamos Sigulda y alrededores, y llegamos a media tarde a Riga donde pasamos la tarde y noche. El sexto día de viaje fue salir a media mañana de Riga, visitamos y nos bañamos en el Báltico en Jurmala, comimos pronto y a media tarde visitamos Rundale y su increíble castillo, el final de la tarde lo hicimos visitando el Monte de las Cruces ya en Lituania, y dormimos en Kaunas (este fue el día más duro al volante, pero las carreteras van mejorando a medida que se va hacia el sur, y el limite de Lituania pasa a 130 con autovias excepcionales). El séptimo día de viaje fue salida de Kaunas por la mañana, tras visitar la escultura de las afueras, y comer en el Castillo de Trakai, pronto por la tarde llegamos a Vilna, y pasamos la tarde de paseo por la capital viendo su puesta de sol y cenando muy lituano. A la mañana siguiente teniamos que estar a las 12 en el aeropuerto para facturar, y había tiempo de sobra para devolver el coche y desayunar antes en el centro de la ciudad.
El recorrido total ha sido de 1100 km, y hemos gastado unos 80€ de gasolina. La media de los hoteles ha sido de unos 50€ por noche, por tanto y en breve, muy buenos consejos de los mismos, ya que hubo muy gratas sorpresas gracias a nuestras reservas con Booking.com.
Lógicamente considero que este viaje debe hacerse en 10 a 12 días para hacerlo perfecto y ver lo imprescindible, pero nosotros no disponíamos de más desgraciadamente. Los lugares que muy a nuestro pesar no pudimos visitar en cada país y que consideramos básicos serían además: La isla de Saarema en Estonia, Liepaja en Letonia, y Klaipeda y su istmo en Lituania.
Durante las próximas entradas entraré en los detalles más importantes para un viajero que visite los Bálticos, pero al menos con esta ya doy unas buenas pistas a fecha de Agosto de 2015, para cualquiera que viaje en breve por allí.