Vitaminas en la tercera edad

Por Blogdefarmacia.com

La tercera edad es uno de los momentos más delicados en la vida de una persona. Las carencias nutricionales más importantes, por lo general, tienen lugar en este período crítico. Si bien el consumo de vitaminas —incorporado en diferentes alimentos en el marco de un plan de nutrición saludable— siempre es importante, es necesario resaltar el lugar que ocupa esto en la vejez. Un consumo vitamínico completo es el mejor antídoto contra enfermedades, problemas de memoria, articulaciones y dolores de todo tipo.

Entre las vitaminas liposolubles más importantes para la tercera edad contamos la vitamina A, la D y la E. La primera de todas es esencial para la regeneración de tejidos de todo el cuerpo y para mejorar el estado general de la osamenta. También tiene importantes funciones para el sistema nervioso y la visión de una persona. La vitamina D, por otra parte, es uno de los factores que posibilitan la absorción de calcio y fósforo (fortalece dientes y huesos). Para sintetizarlo lo más adecuado es exponerse al sol. La vitamina E, presente en el aceite de oliva, los cereales integrales y los frutos secos, es un poderoso antioxidante que desacelera el envejecimiento y mejora la estabilidad y el funcionamiento celular.

Entre las vitaminas hidrosolubles hay que resaltar la importancia de todo el complejo B y la vitamina C. La vitamina B1 (tiamina) es importante para optimizar el aprovechamiento de distintos nutrientes y por su participación en el funcionamiento del sistema nervioso. La vitamina B2 está asociada a la producción de glóbulos rojos y de las defensas del organismo, por lo que su consumo está especialmente indicado para la tercera edad (bloquea infecciones y contagios de enfermedades). La vitamina C, por otra parte, mejora la resistencia del sistema cardiovascular, previene infartos y resfriados (está presente en todas las frutas cítricas).