Lija y pintura blanca esmaltada...
... y este papel floral que llevaba años esperando en el taller a ser escogido para decorar, dieron pie a este nuevo proyecto.
Así quedó el Living Coral en el interior del pequeño cajón que traía la mesita...
Y en el mismo tono, este pequeño pajarito, recién llegado de Shanghai, culmina nuestra obra. Deciros que hemos adquirido varios en distintos colores y que estamos enamorados de ellos. Nos comprendéis, ¿verdad?
El fondo del mueble también ha sucumbido al color de moda...
¡Y este es el resultado!
El coral es un color intenso que, quizás, puede llegar a cansar, pero el blanco lo suaviza creando una fusión perfecta.
¿Os gusta la combinación?
¡Feliz fin de semana!