Investigadores del Instituto de Tecnología Avanzada de Shenzhen (SIAT) de la Academia de Ciencias de China, junto con colaboradores de la Universidad de Wenzhou y la Universidad de Aberdeen, descubrieron que la temperatura corporal ejerce un mayor efecto sobre la vida útil que la tasa metabólica. Los animales con altas tasas metabólicas tienden a morir antes que aquellos con un metabolismo lento.
En general, las intervenciones que producen una vida prolongada, son las que realizan una restricción calórica que conduce a tasas metabólicas más bajas. Sin embargo, el ejercicio aumenta el metabolismo, pero en promedio parece hacer que las personas vivan un poco más.
El cálculo del efecto del metabolismo en la esperanza de vida es que el metabolismo a menudo está relacionado con los cambios en la temperatura corporal . En general, las tasas metabólicas bajas se asocian con una temperatura corporal baja, pero no está claro que la vida útil prolongada esté relacionada con su bajo metabolismo o su temperatura corporal más baja.
Los investigadores utilizaron una situación inusual en la que la tasa metabólica y la temperatura corporal se mueven en direcciones opuestas para tratar de determinar qué factor es más importante.
Cuando los ratones y los hámsteres se exponen a altas temperaturas, en la parte superior de su zona termoneutral, su metabolismo cae mientras que su temperatura corporal aumenta. Exponer a los roedores a estas condiciones acortó su esperanza de vida. Un metabolismo más bajo no alargó sus vidas, pero las temperaturas más altas la acortaron.
El uso de pequeños ventiladores para soplar aire sobre los ratones y hámsteres expuestos a altas temperaturas, no afectó su metabolismo , pero les impidió tener temperaturas corporales altas. Esta situación revirtió el impacto de la temperatura ambiente alta en su vida útil. Con base en estos resultados, la temperatura corporal parece ser un mediador mucho más importante de la esperanza de vida que la tasa metabólica. Por eso, tal vez deberíamos cambiar el dicho de "vive rápido, muere joven" por "vive frío, muere viejo".
El estudio fue publicado hoy en la revista Nature Metabolism.