Composición. Se combinaron dos materiales para definir la envolvente de las tiras y darle variedad a las vistas desde el patio central y el exterior. Clarín.com, Suplemento Arquitectura
Arquitectura
Detalles del conjunto diseñado por el argentino Pablo Notari cerca de Madrid. Las estrategias para evitar la monotonía del conjunto y el uso de los materiales. Perfil del autor.
Por Paula Baldo
En una zona de crecimiento de la Ciudad Real, situada a unas dos horas de Madrid, el argentino Pablo Notari Oviedo y la española María Casariego Córdoba proyectaron un conjunto de viviendas de protección oficial (subsidiada) que recompone los bordes de una manzana triangular conformando un patio central.
Pablo Notari es argentino, viajó a Europa hace 20 años y decidió quedarse a vivir en España donde, a pesar de la fuerte crisis, no para de trabajar (ver “Un argentino…” en pág. 20). Actualmente es director técnico de Sumar Arquitectura y Urbanismo. Gran parte de los trabajos desarrollados por el estudio son encomiendas obtenidas mediante concursos públicos o privados. Es el caso de estas 118 viviendas y de varios edificios emblemáticos como las oficinas centrales de Airbus España, el Centro Unificado de Seguridad de Alcorcón o el Polideportivo de la Dehesa en Navalcarbón de las Rozas.
La parcela donde se levanta el conjunto tiene forma de triángulo rectángulo, con la hipotenusa orientada hacia el sur y a la calle Virgen de África. Los otros lados limitan con espacios abiertos dado que el complejo forma parte de un área nueva de expansión urbana.
“En todas las ciudades españolas, el crecimiento es planificado. Periódicamente habilitan porciones de suelo no urbano para nuevas construcciones”, explica Notari. Además, por ley, se debe dedicar un porcentaje de lo edificado al desarrollo de vivienda social, que tiene un precio prefijado para la venta y ayuda financiera estatal para el comprador.
Las viviendas se distribuyeron en tres tiras alineadas a los bordes de la parcela, delimitando un corazón de manzana en el que funciona un patio central ajardinado. Al carecer de un entorno urbano consolidado, la vida social del conjunto se planificó hacia adentro. “Se planteó un proyecto que aunara las ventajas de la manzana cerrada y el bloque abierto”, señala Notari. Para eso, los proyectistas definieron el ingreso a las viviendas a través del patio central, con un acceso principal al jardín desde la calle Virgen de África, en el nivel más alto de la parcela. Este es también el nivel de la planta baja y del acceso a los núcleos de circulación vertical.
Siguiendo la misma idea de encierro y apertura, los edificios no se tocan en los extremos agudos, sólo en la arista de ángulo recto. Allí, la construcción no ocupa la planta baja, liberando las vistas hacia el parque interior.