Al observar esta escena entendí que las ganas de vivir y la alegría no tienen edad, y que solo desaparecen cuando nuestro cuerpo deja el plano terrenal.
Lo que incrementó mi sorpresa fue cuando supe que esta señora tan mayor y de aspecto frágil era sobreviviente de unos 6 u 8 tipos de cáncer que habían atacado distintos órganos. No obstante a esto, con su actitud positiva y energía, logró sobreponerse a todo esto exitosamente.
Son casos como estos los que nos hacen reflexionar cuando nos sentimos abatidos por cualquier problema, y muchas veces por trivialidades o cosas sencillas que tienen solución. Si padecer cáncer en repetidas ocasiones no pudo derrumbar a esta señora, no podemos permitir que factores externos sin gran importancia empañen nuestra alegría de vivir.
La vida es una sola y hay que aprovecharla al máximo siendo felices a pesar de cualquier dificultad u obstáculo. Esa decisión está en nuestras manos!!!