Vivir el hoy, ahora

Por Jjrivero

Estimados amigos, esta semana vamos a hablar de nuestro día a día, que en tantas ocasiones dejamos pasar sin valorar cada momento, sin pensar que ese momento es único y especial, pues después será pasado, y en función de como lo vivamos se convertirá en parte de nuestra historia personal.


Parece que rara vez vivimos en el presente y lo disfrutamos, ya que pensamos que lo más importante ocurrirá en el futuro. Dejamos de lado nuestra felicidad y nos convencemos de que mañana será el mejor que hoy.


De esta forma posponemos nuestros momentos de felicidad, ya que entendemos que disfrutar significa superar la incomodidad y el dolor, o después de tener un encontronazo con la mortalidad o de darse un buen susto. Normalmente cuando tenemos algún dolor, por ejemplo nos duele la cabeza, y este desaparece, de pronto te sientes bien por su ausencia, lo mismo sucede cuando experimentamos una experiencia de muerte, inminentemente después queremos disfrutar nuestra vida plenamente.


Puedes pensar que disfrutar es algo que tiene un componente pasado, presente y futuro, ya que cada parte de nuestra vida se complementa con la pasada y eso nos permite proyectarnos en el futuro a distintos niveles, por lo tanto, como vemos, todo está relacionado, y nuestro presente modula nuestro futuro, y nos permite generar un buen pasado.

Así que nos podemos convertir en personas anecdóticas que disfrutamos del pasado rememorando los viejos tiempos, el primer amor, nuestra boda, etc. Añorando lo que ha sucedido, pero no disfrutamos del presente, del hoy, de la verdad del momento actual. Deberíamos ser conscientes de él y saborearlo, ya se trate de ir a comer con nuestros amigos/as, escuchar las historias de nuestros abuelos, o gozar de la lectura de un libro, una canción, o un proyecto de trabajo. Este tipo de disfrute tiene que ver con la experiencia de flujo y con la gratitud.


Los investigadores definen el disfrute como los pensamientos o los comportamientos capaces de generar, intensificar y prolongar el placer. Por ejemplo, cuando nos paramos a contemplar un paisaje en lugar de pasar de largo, estás disfrutando. Cuando nos alegramos y nos enorgullecemos de nuestros logros o los de nuestros amigos, estamos disfrutando, y no los dejamos pasar sin prestarles atención. Cuando dejas de estar rendido o distraído y tomas conciencia de lo mucho que hay para gozar en la vida, estás disfrutando.

Esta es la pequeña diferencia entre disfrutar y fluir, ya que para disfrutar tienes que salir de una experiencia y reconsiderarla, mientras que cuando fluimos experimentamos una inmersión total en la experiencia. Evidentemente, lo ideal es que no tengas que salir de la experiencia demasiado ni con demasiada frecuencia para disfrutar del momento, ya que, después de todo, preguntarnos a menudo, ¿ya estoy disfrutando? O ¿Sé apreciar lo suficiente?, esto nos hará experimentar menos emociones positivas.


Está demostrado que el hábito de disfrutar está relacionado con la felicidad intensa y frecuente, aquellas personas que disfrutan del presente son más felices, ya que captan mejor la alegría del aquí y ahora, así que tienen tienen menos probabilidad de sentir tristeza y padecer depresión, estrés, culpa…


Las estrategias para disfrutar se basan principalmente en saborear la experiencia común, es decir, obtener disfrute y placer de las experiencias prosaicas y cotidianas. Para ello te pedimos que tomes unos minutos, una vez al día para disfrutar de verdad de algo que normalmente haces deprisa, por ejemplo comer, ducharte,… Una vez acabes escribe que sensaciones te ha producido el realizar dicha actividad intentado disfrutar de ella y compararla con las sensaciones que tienes cuando la haces normalmente. Verás cómo poco a poco y actividad con actividad irás aprendiendo a disfrutar de cada momento de tu vida.

Jose J. Rivero Psicologo experto en formación Terapeuta de familia por el COF2000.


*imagen tomada de http://emocionesparaelcoaching.files.wordpress.com/2009/12/felicidad2-500x300.jpg