“Imagínense que están en una tienda por departamentos (el mundo) donde en cada uno se ofrecen componentes de un solo producto llamado VIDA, y ustedes se desplazan por esa tienda con un carrito de compras, en el cual meten aquello que consideran puede mejorar sus vidas.”
Así comenzó este interesante conversatorio que ofreció recientemente Francisco Ascanio, expositor, conferencista formado en la kábalah hebrea, filosofía hermética y alquimia. Tiene 17 años enseñando estas disciplinas. Además es economista de la UCV con postgrado en formulación y evaluación de proyectos de desarrollo.
“Vivir o simplemente existir”, fue el título de la charla, porque según Ascanio “en el camino de la evolución consciente puede suceder que tarde o temprano debamos escoger entre una de ellas y de esa elección dependerá el sentido o sinsentido de lo que habremos de vivir en adelante”.
-¿En qué consiste cada elección?
-Simplemente existir consiste en dejarse llevar por el río de la vida, sin rumbo cierto y quizás hacia ninguna parte; en cambio, vivir es “vibrar con”, y participar activamente.
-¿De qué depende vivir o simplemente existir?
-Depende de la actitud que asumamos ante la vida. La vida nos paga con la misma moneda que le damos. Anthony de Mello comenzó un libro con la siguiente frase “Nada ha cambiado sino mi actitud ¡y todo cambió!”, revelando así que un cambio de actitud hace que el mundo cambie sin que físicamente haya cambiado nada.
¿Cuál es la mejor actitud ante la vida?
-Lo primero que debemos saber acerca de la vida es que “ella se adapta” a lo que pensamos de ella. Si creemos que es lucha, entonces se convierte en un rival que se regocija en hacernos las cosas extremadamente difíciles de lograr. Si pensamos que es un aula de clases, entonces asume el rol del severo profesor que disfruta planteándonos problemas difíciles de resolver. Si asumimos que es diversión, entonces se presenta como un circo cuyo espectáculo nunca para y termina aburriendo. Sin embargo, eso no es la vida.
-¿Cada quien crea su propia realidad?
-Así es, la vida adopta múltiples caretas en respuesta a nuestras creencias, porque cada quien crea la realidad que experimenta. ¿Qué hacer con la vida? dar servicio, sentir el placer de servir a nuestros semejantes.
Que las decisiones que tomemos vayan en sincronía con nuestro corazón, con lo que sentimos, con la razón que permitimos que nos gobierne y sobretodo con los que nos de PAZ
-¿Cómo tener una actitud positiva ante la vida?
-Hemos de comenzar afinando nuestros sentidos para que éstos se vuelvan sutiles y podamos percibir lo mágico y milagroso de la vida. Hay que afinar los sentidos, porque la gente: mira pero no ve, escucha pero no oye, toca pero no siente, huele y degusta pero no distingue. La mejor actitud ante la vida es sentirla, estar conscientes del privilegio de vivir.
-¿Qué hacer para afinar los sentidos?
-Alimentando la mente y el alma con buena lectura, música, oración y sobre todo, meditación.
-¿Cómo defines la meditación?
-Meditar es ir hasta el fondo de las cosas. Es pensar en presencia de Dios y escucharlo. Orar es hablar con Dios. Así como la oración desemboca en la unión íntima del alma con lo divino, así la meditación desemboca a su vez en un conocimiento directo de los principios eternos.
“El cuerpo necesita acción y el alma meditación. Así como se alimenta al cuerpo, también se debe alimentar el alma.”
Descubrir nuestro propósito
Como dijo Facundo Cabral “hay dos grandes días en la vida de una persona, el día en que nace y el día en que descubre para qué está aquí”.
Cada quien viene a la vida con un propósito (misión) y eso hay que descubrirlo para que la vida tenga sentido. La meditación ayuda porque nos conecta con Dios, lo escuchamos porque paramos la mente y así recibimos la respuesta.
El miedo
Francisco Ascanio afirma que el único enemigo de la vida es el miedo. “Se dice que el último miedo a vencer es el de la muerte porque se supone que ella es el cese de la vida; sin embargo, la tradición esotérica enseña que la vida camina con dos piernas, una llamada vida y otra llamada muerte, o sea que la muerte es parte de la vida. Y la muerte no significa dejar de respirar. Quienes no sueñan están tan muertos como los que reposan en los cementerios.”
“Muere lentamente quien no viaja, no lee o no oye música, quien destruye su amor propio, quien no se deja ayudar, quien se transforma en esclavo del hábito, quien no arriesga lo cierto por lo incierto para ir detrás de un sueño (…) Muere lentamente, quien pasa los días quejándose de su mala suerte o de la lluvia…, quien abandona un proyecto antes de iniciarlo…” Pablo Neruda.
-¿Qué hacer para descubrir lo que venimos a hacer?
-Lo que recomiendo es meditar con símbolos de la ciencia sagrada, preferentemente con los proporcionados por la Kábalah Hebrea y la Filosofía Hermética: árbol de la vida, letras hebreas, tarot, etc.
-¿Qué es un símbolo?
-Un símbolo es una idea revestida de una forma. Las ideas subyacentes de los símbolos de la ciencia sagrada, transmiten verdades concernientes a principios y leyes universales. Los símbolos son considerados el “lenguaje del alma”, y cuando son contemplados con atención hacen que las capas más profundas del alma fructifiquen y, como consecuencia, la vida anímica y espiritual del observador se expande (resultado que se compara con el de la levadura en la elaboración del pan). Este proceso de expansión, de dentro hacia fuera, trae consigo el despertar de la intuición o “inteligencia del corazón”, cuyo efecto es una nueva visión de la realidad.
La naturaleza humana se dirige hacia aquello en lo que pensamos constantemente. Si tus ideas giran en torno a lo que no deseas ser, en eso precisamente te convertirás. Somos imanes que atraemos hacia nosotros lo que pensamos y creemos. Atrévete a ser visionario, pionero, de aquello que has soñado todo el tiempo a pesar de los desalientos ajenos.
-De todas las cosas que anhela el ser humano, la felicidad parece ser lo más buscado…
-La gente más feliz no necesariamente “tiene” lo mejor. Sólo saben sacar provecho de lo que se les presenta en el camino sin juzgarlo. Se aceptan y se disfrutan.
Si quieres comunicarte con Francisco Ascanio, escríbele a: franciscoascanio43@gmail.com