Hacía ocho años que una modelo negra no salía en portada de Vogue París, siendo Liya Kebede la elegida por última vez en el 2002. A Naomi no la contamos, además su portada fue compartida ( con la Moss). Son cosas que ya es cansino nombrarlas y quizá precisamente destacando este hecho es cuando realmente se sigue haciendo hincapié en las diferencias, pero es que tristemente las hay. Se hace raro ver a una modelo negra que no sea una mega súper estrella como lo fue Imán en su momento o Naomi desde hace mil años, en una portada tan contundente y sin que debajo apararezca el titular The Black Issue o algo por el estilo.
Ojalá llegue el día en que ya no sea noticia. Independientemente de la modelo, la portada me gusta porque cada día me atrae más la ausencia de titulares y me entusiasma el color de fondo que han utilizado. El maquillaje, además, es perfecto.Rose Cordero es una chica guapísima, pero a su vez carece de la fuerza suficiente para llevarse más que un aprobado en un primer plano de estas características. El toque cinturón- gargantilla de Louis Vuitton también se carga un poco la intensidad de la imagen, supongo que es el toque inevitable de Carine , pero bueno, en conjunto no está nada mal.
En el interior material que tiene toda la buena pinta del mundo : editorial firmado por Bruce Weber, Iselin Steiro por David Sims o Malgosia Bela por McLellan.
Un aperitivo:
“Commando”- Iselin por David Sims
“En Permission”- Malgosia or Alasdair McLellan