No obstante, los expertos afirman que no es una enfermedad, y que no se puede hablar propiamente de “síndrome postvacacional”, y mucho menos de “depresión postvacacional”. La vuelta al trabajo después de las vacaciones es, simplemente, una dificultad más de la vida que requiere adaptarse a una realidad que no siempre concuerda con las expectativas.
En cualquier caso, para evitarlo o minimizarlo, los especialistas recomiendan mantener una actitud positiva, dedicar tiempo para el ocio diario, incorporarse a la rutina laboral de forma paulatina, y, en caso de poder hacerlo, dividir las vacaciones en dos.
Fuente: www.muyinteresante.com