Volvoreta 2013

Por Jgomezp24

Monte bajo a 800 msnm, cascajos y arena, profundidad y buen drenaje. El paisaje que el Duero ha dibujado en su recorrido cercano a Zamora, en Sanzoles, es extremo y muy adecuado para la vid. Acompañan otros elementos clave para tener uvas de calidad: un clima continental y árido, con temperaturas extremas y poca lluvia, un suelo pobre y lo más importante: gente que sepa observar y entender qué necesita esa tierra para que sus frutos no perezcan en el intento de alimentarse y de crecer hacia la luz. La familia Alfonso pertenece a este tipo de personas. En cultivo ecológico desde los inicios de Finca Volvoreta, y ahora en prácticas de biodinámica incluso "avant la lettre" (cuajo de oveja, por ejemplo), usan también la cubierta vegetal responsable, en la justa medida que los suelos necesitan para fijar los minerales y airearse mejor. El resultado es una excelente tinta de Toro, la uva de la zona (emblemática de la Denominación de Origen Toro) y, por supuesto, su uva. Volvoreta 2013 es el vino que hacen de la forma más natural posible.
Esa tinta entra en la bodega y fermenta con sus propias levaduras y las que ha ido recogiendo por campos y bodega. Saben ya lo suficiente y tienen, además, la sensibilidad adecuada para dar el paso de no sulfitar en ningún momento del proceso. Y tras la fermentación alcohólica, la maloláctica la hace la uva en barricas bordelesas y en tinajas de barro. El resultado final es un vino con la fuerza, la rusticidad y la energía de la tinta de Toro, pero también con la frescura y la elegancia de la fruta servida de la forma más auténtica posible. Con 14,5%, agradece la botella. Lo seguirá haciendo, sin duda, por unos años más. Cuando lo bebo me viene a la cabeza la complicidad entre hombre, viñedo y caballo cuando se ara con ellos la tierra (aunque confieso no saber si los Alfonso los utilizan). Pienso en el sabor intenso y en la fina tanicidad que tiene esta uva. Y recuerdo montes llenos de tomillo y orégano en flor. Huelo laureles y nuez moscada en el estofado. Siento la frescura y los aromas de las ciruelas y del agua con chocolate. Unto rebanadas de pan con mermelada de cerezas picotas. Me vienen mirto y azules por doquier. Y veo a ese Apolo agazapado detrás de María que sonríe casi como si fuera un Baco...