Seguimos analizando redes sociales y aplicaciones de smartphones que tienen consecuencias en nuestra Salud por su mal uso y abuso, y WhatsApp es quizá la aplicación que más se usa hoy en día por encima incluso de Internet en general. Creada en enero de 2009 llegó de una manera revolucionaria: una aplicación que permitía mandar mensajes ilimitados, compartir fotos, vídeos, ubicación, contactos y un sin fin de posibilidades y de manera GRATUITA, el ÉXITO ESTABA ASEGURADO.
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Y así fue, hoy en día los datos son astronómicos, más de 54.000 mensajes rondando cada día según datos de enero de 2014, cifra que crece por segundos y ni decir los millones de usuarios en el mundo. Era de esperar la adicción a esta aplicación ( y el que diga que no que tire la primera piedra) el problema viene cuando afecta a la salud, a problemas de socialización, conflictos amoroso y un sin fin de malentendidos que están causando serios problemas sobre todo a adolescentes que es con las edades que yo trabajo. Por ello reflexionemos sobre los riesgos de esta App para nuestra salud y la de nuestros jóvenes sobre todo y marquemos pautas y límites de uso para no dejar que WhatsApp domine nuestras vidas.
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Desde la llegada de WhatsApp a nuestras vidas ya nadie llama para ver como estás o manda SMS , de nada sirve tener 600 minutos gratis de llamadas, ¿para qué? si ya no los gastas. Ahora hay que tener una buena tarifa de conexión de datos de internet para poder pasarte horas y horas navegando por aquí y por allá, de red social en red social y sobre todo mandando mensajes, fotos, vídeos…constantemente a nuestros contactos ( que no amigos) de WhatsApp y en aquellos benditos “grupos” en los que estamos metidos, una auténtica locura que se nos está yendo de las manos y lo veo día a día en mi trabajo ya que en mi unidad ingresan adolescentes que están enganchados al móvil y sobre todo a esta App.
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Es frecuente que desde bien temprana edad los hijos pidan a los padres un smartphone, les da igual como sea pero que pueda tener whatsapp ya que todos sus amigos en el colegio lo tienen, desde bien pequeños, 10 años o menos, algo alarmante ya que no se aconseja dar un móvil a tan temprana edad, algo que los padres han de mantenerse firmes y no ceder. Lo que sucede a continuación es que el niño en cuestión que no lo tiene se siente “discriminado” porque todos sus amigos están en un “grupo” donde se cuentan de todo y él está fuera. Ahora veremos los peligros de estos grupos, pero además el problema es que no desarrollan habilidades de comunicación y relación con iguales, y aquí viene cuando se aíslan socialmente llegando a no querer salir de su casa durante meses, ni se relacionan con su familia porque ya la comunicación de antes se ha perdido perdiendo ese vínculo familiar tan importante.
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Veamos algunas de las consecuencias Indeseables para los niños, adolescentes y en general que el mal uso de esta aplicación puede provocar:
- Interferencias en los ciclos de sueño: hablan con grupos de iguales hasta altas horas de la madrugada y además lo dejan sin silenciar, algo que se debe limitar. No se debe permitir acostarse con el móvil encendido, hay que limitar las horas de conexión y por las noches dejar el teléfono fuera de su alcance cargando controlado por sus padres.
- Problemas de estudio: la interferencia del whatsApp todo el tiempo impide la concentración.
- Mandar más de 40 mensajes entre las 22h y las 2 am es indicativo de tener adicción, así que si lo detectáis debéis de empezar a tomar medidas.
- Responder de manera inmediata al móvil en cualquier escenario en el que se encuentren, sin respetar las comidas, reuniones familiares, cine, estar hablando con las personas, etc.
- Controlar movimientos de terceros a través del móvil mirando todo el rato si están activos o en línea, etc.
- Estar conectado todo el rato hace que se aísle del mundo real y que muestren desinterés por todo.
- No pueden salir de casa sin el teléfono
Éstas son algunas de las consecuencias pero por desgracia la lista va creciendo cada vez más porque no paran de aparecer cosas nuevas en este mundo y más en los adolescentes que son nativos digitales y están a la última. Actualmente están de moda los famosos GRUPOS que los hay de todo tipo y que fomentan todo tipo de trastornos, desde trastornos de la conducta alimentaria, a formar parte de bandas, diversos grupos de moda de juegos de rol y hasta grupos de “autolesionarse” que es la tendencia en adolescentes hoy en día, el “hacerse cortes” para hacerse daño porque no encuentran otra solución a sus problemas y todo por perder algo tan importante como la comunicación mirando a los ojos de la otra persona y pasando tiempo real con ella.
Todo esto y mucho más que desconozco está en los móviles de nuestros hijos y adolescentes ( hablo de manera general) y un paso importantísimo para poder actuar es “conocer lo que hay” saber con quien se escriben, en que grupos de whatsApp andan metidos para poder actuar y detectar posibles problemas antes de que la cosa vaya a más. Por no hablar ya de malos entendidos en conversaciones que llevan a peleas con los compañeros que luego acaban en un “bullying” por cosas que se dijeron por whatsApp y que llevaron a acoso verbal del adolescente creándole un problema de salud. También hay que añadir los conflictos amorosos por conversaciones en esta aplicación, que también tienen consecuencias negativas para la salud. Y suma y sigue.
Artículo de El País hablando sobre el Sexismo por WhatsApp
Llegó la hora de actuar y establecer unas normas y pautas claras con niños y adolescentes, que los adultos tomemos nota y seamos ejemplo para ellos, puesto que ellos nos tienen como modelos a imitar y si nosotros lo hacemos luego será difícil poder establecer límites con ellos. Seamos consecuentes y responsables con el uso de WhatsApp, que tiene excelentes buenos usos y detectemos los riesgos de su mal uso en nuestro entorno familiar, laboral o de amigos para así disfrutar de una vida saludable aprovechando los beneficios de la TICs.
Algunos consejos para establecer normas y pautas a sus hijos:
- Establecer límites de horarios del móvil para su uso.
- Durante el tiempo dedicado al estudio móvil fuera.
- Proporcionarle actividades reales que fomenten las relaciones sociales.
- Respetar las horas de sueño.
- Limitar el uso también los fines de semana.
- Si hay problema serio de adicción ponerse en contacto con especialistas y es bueno retirar el móvil durante al menos 2 meses y luego empezar con pautas desde cero.