Una doctora española acaba de describir el primer caso de WhatsAppitis en una de las revistas médicas más importantes (The Lancet). El caso es curioso porque la paciente era otra médica embarazada que había estado de guardia durante la Nochebuena, así que al día siguiente empleó bastante tiempo en responder a los mensajes de felicitación que había recibido en su teléfono por WhatsApp (es decir, no dejó de wasapear). Empleó sin parar su móvil haciendo movimientos contínuos con ambos pulgares, durante seis horas, provocando una tendinitis en ambas muñecas. A la paciente se le recetó paracetamol por su embarazo. Lo que no sabían ambas doctoras es que se acaba de relacionar la ingesta del parecetamol durante el embarazo con problemas de comportamiento y TDAH en el hijo.
Hace tiempo ya les hablé de la "wiitis, pulgar de la blackberry, síndome de la pantalla y otros trastornos" relacionados con las tecnologías. Sin duda, la watsapitis tiene un futuro espléndido.