Las sillas sirven para sentarse y son, para los amantes del diseño, uno de nuestros objetos de deseo favoritos. Las de la colección Wild Furniture, de Ariane Patout y René Müller, nos gustarían porque su diseño se asemeja más a esculturas salvajes que a meros acomodamientos. Pero hay una pega: no podemos poseerlas. Son efímeras, libres y están arraigadas al suelo de los bosques de Collserola (Barcelona).
El proyecto es finalista de los premios FAD de arquitectura 2014. Conoce más finalistas de estos premios en diarioDESIGN.
Contamos el proyecto desde el principio: hace cuatro años, Ariane Patout, artista plástica, y René Müller, diseñador y carpintero, unieron su pasión por la naturaleza y el arte inspirados por la erosión que causa la meteorología en la naturaleza cercana a la ciudad donde ambos residen y trabajan.
Empezaron como “cazadores de árboles muertos y abandonados” –cuentan– para transformar esas ruinas que sólo aspiraban a leña en sillas de una simbología mayor a la que le asociamos habitualmente. Y, en definitiva, para trabajar en un espacio abierto y hacer un ejercicio de respeto hacia el medio ambiente.
Las sillas de la Wild Furniture, a la que los artistas le otorgan el símbolo de poder con el que fue concebida hace siglos (la silla como trono para los gobernantes), son sillas que desafían el diseño y concepto doméstico.
Estas sillas están vivas, al estar en plena naturaleza, y sufren la misma erosión y transformación que otros elementos del paisaje. Es por ello también que son efímeras. Y también salvajes, “sin ataduras al concepto del objeto eterno”, cuentan a diarioDESIGN los autores. “Las sillas son del bosque, de todos y de nadie”.
El proyecto también busca el respeto del espectador hacia la naturaleza. “Cada silla que realizan Ariane Patout y René Müller es una denuncia a nuestra manera de vivir de espaldas a la naturaleza, y una invitación a recuperar el destino común con los árboles y la tierra”, ha dicho Jesús Àngel Prieto, profesor de la Escuela de Arte y Diseño La Massana, adscrita a la UAB.
Ahora bien, ni siquiera Patout y Müller han podido resistirse al encanto de no poseer una silla salvaje, así que con las mismas ramas han creado la Wild Tamed Collection, es decir, unas sillas domesticadas, que pueden ser adquiridas y expuestas en el hogar, eso sí, como si de un trofeo se tratara.
Son 70 ejemplares y, por supuesto, también han sido talladas a mano. Esta colección ha permitido, además, mostrar el concepto fuera de Collserola, tanto en lugares públicos como privados.
El proyecto ha gustado y de hecho, este año está en la lista de los finalistas a los Premios FAD de Arquitectura e Interiorismo y cuyos ganadores se conocerán el próximo 3 de julio.
Leer más sobre los finalistas a los Premios FAD en diarioDESIGN.
Sobre los autores
Ariane Patout (Barcelona, 1982) ha recibido formación en técnicas aplicadas al muro en la escuela de Arte y Diseño La Massana de Barcelona y un master en dirección artística en la escuela de cine ESCAC. Su trayectoria explora el arte aplicado al teatro, publicidad, espectáculos y talleres artísticos, entre otros. Vive en La Floresta, un barrio de Sant Cugat del Vallés en la sierra de Collserola, donde tiene su estudio y espacio expositivo, La Musa Showroom. En 2013 fue premiada en Suiza por la escultura La beauté et le sinistre y este año ha sido finalista en los Premis Ciutat de Sant Cugat 2014 por su trayectoria artística.
René Müller (Sion, Suiza, 1968) es diplomado en Diseño Industrial en la Universidad de Offenbach (Frankfurt). Su concepto se basa en interrelacionar el medio ambiente con el deporte, la gastronomía y las personas, unificándolo en un todo. En 2001 creó la empresa Woodloops en la que gestiona, diseña y produce mobiliario y accesorios de madera FSC , organizando y participando en más de 20 ferias de diseño por todo el mundo. Actualmente reside en La Floresta, Barcelona, donde tiene su estudio en el que diseña y produce su obra.