El jefe del equipo Mercedes reconoce que de vez en cuando habrá Grandes Premios aburridos y procesionales, pues cree que eso es habitual de todo deporte. Después de todo, recuerda que incluso en el fútbol hay partidos insípidos.
"Hace poco vi la última carrera del Campeonato de 1984, la de Portugal, y me dormí cuando sólo había visto un tercio. Esas carreras eran mucho más aburridas. No podías escuchar los motores por la televisión porque también eran turbos y la única forma de adelantar era doblar a pilotos rezagados".
"Creo que nosotros tenemos un producto fantástico, carreras fantásticas. ¿Siempre serán geniales? No. ¿Pero acaso todos los partidos de fútbol son geniales? No. Tuvimos Bahrain, Montréal, Austria... Tenemos un gran producto".
"¿Nos estamos metiendo en un territorio que no deberíamos pisar al intentar que sea más emocionante? Quizá. Quizá los dobles puntos (de Abu Dabi) no estén bien. Pero primero probémoslo y luego ya juzgaremos si hemos hecho algo mal o no. ¿Es tan puro y simple como la Fórmula 1 debería ser? No, no lo es. Estoy en contra, pero quizá nos guste en cuanto lo hayamos probado".
En palabras de Wolff, la realidad de la industria automovilística obliga al Gran Circo a equipar motores V6 Turbo. Regresar a los días de los V12 y la aerodinámica 'simbólica' es, simplemente, utópico.
"Hay un par de personas que siempre dicen que los viejos tiempos eran muy buenos, que deberíamos volver a esa reglamentación, pero uno no puede ignorar lo que está pasando en el mundo. La F1 es la cumbre del mundo del motor. Los mejores pilotos, los mejores coches".
"Al contrario de lo que se ha dicho, creo que a los aficionados sí que les importa que estos sean los mejores coches, los más rápidos. La razón por la que nosotros, Mercedes, estamos aquí es porque existe una clara relación entre la Fórmula 1 y los coches de calle. No es un tópico de márketing, es una realidad. Honda ha demostrado que el concepto es interesante y quién sabe qué otras discusiones habrá en marcha".
El W05 Hybrid de Brackley ha demostrado ser uno de los monoplazas más superiores de los últimos años. De hecho, hacía décadas que un coche no dominaba con tanta autoridad desde la primera carrera.
"En el segundo o el tercer test tuvimos una reunión. Sabíamos que seríamos competitivos, dijimos que quizá sería similar a lo de Brawn en 2009, pero creíamos que no lo sería tanto. Brawn empezó 2009 con una gran ventaja, no pensábamos que pudiéramos estar a ese nivel. Nosotros no estamos aquí apostando. Sólo cuando las matemáticas dicen que es imposible que te atrapen, esa esperanza se convierte en una realidad".
Toto Wolff reconoce que es posible que a medida que la relación entre Lewis Hamilton y Nico Rosberg empeore a medida que se acerque el desenlace del Mundial. También confiesa que no han exigido el máximo de su monoplaza hasta que han comprobado que Williams podía arrebatarles la victoria en Austria
"Puede ser un poco caótica, lo hemos visto con otros equipos. Ahora mismo es muy positiva para el equipo, el ambiente es bueno. Tener a dos pilotos de ese calibre luchando el uno contra el otro es bueno para la marca y para el rendimiento general, es un ingrediente muy importante del éxito del equipo".
"Es posible que acabe siendo más tensa, pero si seguimos haciéndolo como hasta ahora soy moderadamente optimista de que sólo ellos puedan luchar por el Campeonato del Mundo. Podría ser que llegara a un punto en el que fuera difícil de gestionar, pero yo no lo veo, no con ellos".
"Cuando vimos lo cerca que estaba Williams optamos por empezar a cambiar nuestro enfoque. No llevamos los coches al límite si nuestros coches gozan de una ventaja. Pueden luchar el uno contra el otro, pero guardamos un pequeño margen de seguridad en cuanto a temperaturas, presiones... No necesitas llevar el coche al límite si sólo luchas contra tu compañero. Es un enfoque que hemos cambiado y recalibrado desde Spielberg".