Y mezcló el tweed y las perlas con alhajas, piercings y turbantes. Dorados, plateados, blancos, negros, vestidos vaporosos, telas bordadas formaron parte de toda esta escenografía, llena de lujo, exceso, fantasía, ostentosidad, suntuosas fiestas, el chic francés, la india, lo hippie y lo exótico. Y los comensales disfrutaron de todo ese manjar. Y así fue como el Káiser imaginó Bombay. Fue sublime.
Quién sino Karl podría mezclar dos culturas en una sóla colección. Lo más impactante de todo es que al final del desfile Karl confesó que jamás estuvo en la India, ya que eso le inspiraba más.
Paris-Bombay Express - CHANEL Métiers d'Art 2011/12
(recomiendo ver el video, dura un minuto nada más)Karl ya podía usted animarse e invitarme a uno de sus desfiles.