Y llegué al final...

Por Anna
... llegué exactamente al día 217 desde mi primer día en la Academia, al 7º mes en que no he hecho nada más excepto estudiar cada día para el examen, el 9º año de mi carrera para ser médico, el 15º año (más o menos) desde que decidí que ésto es lo que quería hacer. Mañana, mañana me presento al examen MIR, y todos estos números se vienen conmigo, llenándome de satisfacción por haber llegado hasta aquí, aunque también de miedo, miedo por vislumbrar la puerta que hay al final del camino y no saber lo que habrá detrás.
No sé cómo me va a ir mañana. Confío, y creo sinceramente, que puede irme bien: estoy preparada, no demasiado nerviosa, centrada, contenta... pero jugárselo todo a una carta es peligroso, y mañana puedo tener un mal día, o el examen puede ser complicadísimo, o puedo quedarme en blanco. O puedo, sencillamente, no estar a la altura a pesar de todo. Y si eso ocurre, me va a derrumbar... no por mí, que también, sino por todas esas personas que han estado día a día ayudándome, apoyándome. Mañana, en realidad, no me presento yo sola al examen: ahí estarán también mis padres, mi hermana, Req, mis amigos... incluso vosotros. Por eso sé que, a pesar de todo, seguro que sale bien; ¡nos lo merecemos!
No quería terminar esta etapa sin dar las gracias. Quería darle las gracias a mis padres, que siempre han confiado en mí, me han apoyado y me han dado todas las facilidades posibles para cumplir mi sueño. Sin ellos no hubiera sido posible nada de esto. Sin su cariño, su apoyo, su paciencia, su constancia... por cuidar de mí y mis ilusiones todos estos años. ¡Gracias!
A mi hermana, que los últimos meses que estuvimos juntas guardaba silencio cada vez que entraba en el cuarto y me veía estudiar, que por las noches me preguntaba hasta cuándo estaría estudiando, que me decía que debía descansar y cerrar los libros... Porque siempre me ha deseado suerte en los examenes, y me ha dado un abrazo cuando no han salido bien. Porque aunque nunca ha entendido del todo por qué me gustaba tanto estudiar, siempre ha comprendido que es lo que de verdad quería y me ha ayudado con ello. ¡Gracias!
Ni que decir tiene que Req se merece un gracias enorme por estas últimas semanas, meses, los primeros que hemos pasado solos y que han sido muy duros para mí. Aunque durante estos años ya había demostrado paciencia conmigo, soportarme estos días ha sido difícil, lo reconozco, y nunca me ha dado una mala cara, una mala palabra. Siempre ha confiado en mí, me ha hecho sentir que estaba haciendo las cosas bien, y me ha ayudado a conseguirlo. Me ha distraído por las noches, me ha dejado descansar cuando tocaba, me ha comprendido siempre y nunca ha dudado de mí. Espero que tenga razón en todo...
A mis amigos, claro, también les debo mucho... Especialmente a Víctor y a Iván, les debo haberme distraído siempre que les he dejado. Hace unos meses les pedí que los fines de semana prometieran sacarme de casa, y se lo han tomado más que al pie de la letra... muchas veces he sido yo la que ha decidido quedarse, pero ellos se han empeñado a fondo en que en mis ratos libres pensara en todo menos en el examen. ¡Gracias!
A vosotros, los que comentáis y los que no, los que cada mañana en mi Twitter me saludáis dándome ánimos, los que me habéis dado montones de consejos, los que os presentáis mañana conmigo... a todos, por vuestro cariño, gracias también.
Nunca se me ha dado demasiado bien dar las gracias, ni hablar de mí; esta entrada contiene mucho más de lo que está escrito, y espero que las personas a las que va dirigido lo entiendan. Porque nunca, nunca, han dudado de mí, porque creen más en mí que yo misma, y porque estos 217 días y tantos años, son tambien (en grandísima parte), mérito suyo.
PD. No volveré por aquí hasta después del examen... antes o después en función del resultado. A mis "oponentes" ¡muchísima suerte!Si tienes algo que decir (¡seguro!), déjame un comentario :)