Una de nosotras recibió este último verano, y como regalo de cumpleaños, esta coqueta cámara de fotos instantáneas: un modelo actual, de estética retro, que rememora a las polaroid de toda la vida. Ni que decir tiene que con ella hemos retratado hasta al apuntador, y que es emocionante ver cómo la imagen va cobrando vida segundo a segundo, en un revelado casi mágico. En fin, un capricho divertido que, además, contenta a todos, pues permite regalar estampas para el recuerdo. Y aunque parezca que estamos promocionando la cámara, ni muchos menos. Es tan solo que, al pensar dónde la guardaríamos entre uso y uso, se nos ocurrió dejarla en una de las estanterías del salón a modo de detalle decorativo. Y es aquí donde surge la inspiración para el post... Lo cierto es que sus colores y su estética, tan vintage, las hacen tan atractivas a la vista, que es una pena guardarlas... Foto Foto Foto Foto Foto ¿A que sí? Contadnos, ¿tenéis alguna máquina instantánea con la que recoger momentos para siempre?