Cómo el título indica, por fin llegamos a Brujas, la verdad que he tardado mas de lo esperado pero aquí os enseño un poquito de esta bella y encantadora ciudad.
En nuestro paseo hacia el centro de la ciudad encontramos edificios de ladrillo reflejando su silueta en lagos, cisnes, parques, iglesias, canales… Brujas es una ciudad para caminar sin rumbo, no importa mucho hacia donde uno se dirija pues siempre encontrará en su camino algo que merezca la pena ser visto. Sin duda hay lugares por lo que hay que pasar, pero es casi seguro que se elija la ruta que se elija, se terminará en ellos, parece una ciudad sacada de un cuento.
Aquí está el campanario de los Hallen que preside la plaza Markt y que está reconocido como Patrimonio de la Humanidad,su música de carrillon, simboliza la armonía melódica de Brujas.
Paralela a la plaza Markt está la plaza Burg, otro de los lugares donde se respira arte y belleza, a mi me llamó la atención la Basilica de la Santa Sangre.
Y la fachada del ayuntamiento de estilo gótico.
Durante nuestro paseo recorrimos el casco antiguo de la ciudad en todas direcciones descubriendo rincones de ensueño que dan a esta ciudad una fama merecida de ser una de las mas bonitas de Europa y la Venecia del Norte por sus canales.
Quiero que veáis estas flores tan singulares que vi en uno de estos canales.
Bueno, como podéis ver ha sido un viaje precioso que vamos a recordar durante mucho tiempo, me quedo con estos días que compartimos todos juntos, aunque sin olvidar a mi hija, pero si aprovechando cada momento al máximo.
Besos y no olvidéis ser felices.