Ya era hora ...

Por Seo Bloguero
Enhorabuena , aunque supongo que tedrán que cambiar los televisores de blanco & negro a plasmas ..

"La residencia se pondrá en uso 20 años después de iniciarse las obras"

El inmueble ubicado en la calle Real de la villa gomellana y que acabó de construirse hace diez años para albergar una residencia, puede que tenga más cerca su apertura para un uso definitivo. Tras los múltiples avatares sufridos durante su construcción, por falta de financiación y cambios de normativa que dilataron la edificación por un decenio desde 1992, el proyecto de dotar de contenido a este edificio podría decantarse por acoger una residencia para enfermos de Alzheimer. Esta es la dirección de los últimos pasos dados por el Ayuntamiento de Gumiel de Izán, propietario del edificio, que ha comenzado los contactos en firme para intentar llegar a este fin. . ES El primer requisito que ha tenido que salvar la institución es contar con el beneplácito de la Junta de Castilla y León, responsable de una gran parte de la inversión realizada en la construcción del inmueble y con las competencias transferidas en materia de Servicios Sociales. Para ello, la consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades, Milagros Marcos, recibió ayer en Valladolid al alcalde gomellano, Jesús Briones, y a la presidenta de la Asociación de Familiares de enfermos de Alzheimer de Aranda y la Ribera (AFAR), Mª Carmen Gómez, acompañados por la procuradora ribereña Soledad Romeral. «Le hemos explicado la situación, que el edificio lleva diez años cerrado y sin uso, y que los enfermos de la zona lo necesitan y nos ha dado el visto bueno; siempre y cuando usemos el edificio para algo relacionado con los servicios sociales, a la Junta le parece bien la utilidad que le demos», resumió Briones tras la conversación mantenida con la consejera Marcos. La parte menos satisfactoria de la reunión con los representantes de la Junta tanto para el Consistorio de Gumiel como para la presidenta de AFAR fue cuando se puso sobre la mesa la posibilidad de que el Gobierno regional sufragase en alguna medida y de alguna forma la dotación necesaria para poner en marcha este proyecto de residencia para enfermos de Alzheimer. «Hace unos años sí habrían aportado gran parte o algo de lo que necesitamos para adecuarla a los usuarios, pero ahora nos han dicho que nada de nada», constató con resignación Gómez, dado que la situación económica general no permite colaborar en inversiones de este tipo. Ahora, con la ‘bendición’ de la Junta para que, por fin, se dote de contenido a este inmueble, la pelota está en el tejado del Ayuntamiento de Gumiel y en el de la asociación AFAR, que tendrán que sentarse a negociar los términos en los que se articula este uso y la implicación de cada uno de ellos. «Nosotros estamos pensando en una cesión, no sabemos por cuánto tiempo, pero pondríamos como condición que se reservasen algunas plazas para vecinos de Gumiel con esta enfermedad, que para ellos sería perfecto poderse quedar en su pueblo y estar bien atendidos», explicó el alcalde gomellano. En la otra banda, la presidenta de AFAR no quiso adelantar ningún detalle sobre el posible acuerdo al considerar que se están dando ahora los primeros pasos. «Nosotros ya estuvimos viendo este edificio en 2007 y hablamos de algo parecido, pero al final la cosa se quedó en nada», recordó Mª Carmen Gómez. Ante la necesidad que ya existe de plazas residenciales específicas para enfermos de Alzheimer, la presidenta de AFAR explicó que sería idóneo poder contar con un centro especializado en la comarca para estas personas, porque les facilitaría mucho la vida y evitaría los problemas que suelen surgir al internarles en una residencia de tercera edad. «Ellos necesitan estar en su entorno, en un lugar donde se sientan seguros y reducir así su desorientación para parar, en lo posible, el avance de la enfermedad», comentó. La obra interminable Los trabajos para la construcción de esta residencia municipal comenzaron en 1992, con apoyo económico del Inserso y la Diputación de Burgos, que pusieron 54.000 y 33.000 euros cada uno hasta 1998, a los que se sumaron los más de 12.000 del propio Ayuntamiento gomellano. En estos seis años, la paralización de las obras fue una constante para este proyecto por falta de financiación. En aquel año, la Junta de Castilla y León emitió un informe desfavorable sobre el proyecto en el que exigía que se realizasen múltiples modificaciones en lo ya construido, acogiéndose a diversos cambios normativos, como el aumento de las dimensiones de las puertas, pasillos y el hueco del ascensor para que pudiese entrar una silla de ruedas; reducir el número de plazas de las 18 proyectadas a 12 y cambiar los baños con bañera por unos con suelo continuo. Tras una negociación, el Ayuntamiento consiguió mitigar estas exigencias, aceptando la adecuación de los baños geriátricos y el aumento de la anchura de las puertas y algún pasillo, todo ellos sufragado por las arcas regionales, pero sin tocar el ascensor y reducir el número de plazas a 16. Con todo y con eso, el resto de la construcción, que finalizó en el año 2002, aún precisó de la inversión de más de 300.000 euros, financiados al 70% por la Junta y, el resto, por el Ayuntamiento. Posted in: 2012,Residencias