Cuando nuestra peque tenía 6 años, escribí algo que ansiaba mucho en ese momento y que era ¿cuando esta maravillosa criatura se convertiría en una "señorita"?. ¿Cuando dejaría de parecer un bebe?. Pues ya ha llegado el momento. Una niña de 8 años espigada, muy finita, "recogidita", fuerte, sana, lista y feliz.
El avance en el lenguaje y las expresiones han progresado mucho este verano, por lo menos así me lo parece. Las habilidades sociales, el respeto a los demás y el aprender a comportarse acorde con su edad ya es un hecho real.
Y siempre al lado de su adorada Reyes, que ha pasado de ser simplemente su hermana pequeña para convertirse en el espejo en el que mirarse.