No me gustan nada los anglicismos e intento evitarlos, sobre todo a la hora de escribir, pero la verdad es que no se me ocurría una palabra en español para nombrar a este accesorio de cocina que transforma las verduras en falsos espaguetis, tallarines o "noddles" (¿no quería anglicismos?) y aún menos que estuviera admitida por la RAE... ¿Quizás "espiralizador"? ¿"fideador"?... Espero vuestras sugerencias ;)
No sé si os habéis dado cuenta de cómo cambia el sabor de los alimentos según el tratamiento mecánico que les demos, es decir, según la forma en que los troceemos, rallemos, laminemos, machaquemos, etc. Un instrumento imprescindible para mí a la hora de prepara ensaladas o en general platos de verduras y hortalizas es la mandolina (mi hermana me regaló una fantástica); rallar o laminar los ingredientes con diferentes grosores según requiera cada uno le da otra dimensión al plato, tanto estética como, sobre todo, en cuanto a la palatabilidad. ¡Pruébalo!
El caso es que en casa de una amiga probé un delicioso plato con todo el aspecto de pasta, pero que, en realidad, no era más que calabacín tras pasar por las cuchillas del aparatejo que da título a la entrada, y me encantó. Me propuse entonces tener uno (además son muy económicos) y seguidamente explorar posibilidades para elaborar distintos platos.
Las opciones son infinitas poniendo como base los espaguetis o noddles de diferentes verduras y añadiendo aderezos y aliños al gusto. Seguro que se te ocurren muchísimas, pero para que vayas introduciéndote en el "mundo del spiralizer" te dejo este cuadro con el que, combinando una opción de cada apartado, conseguirás resultados sorprendentes. Ten en cuenta que a la izquierda se encuentran los ingredientes más clásicos y a medida que te desplazas a la derecha las combinaciones y sabores se vuelven más arriesgados...¡tú eliges!
| Fuente:Prevention |