Nos hemos empeñado en ayudarles, no sea que se les pase algo, que no están los tiempos para poner en juego las ilusiones... Así somos los seres humanos, queriendo tener siempre todo controlado a sabiendas de que con estos de poco sirve, porque acabarán haciendo lo que quieran, ¡como siempre!... ¿Y si no han leído la carta?... Que somos muchos, y las misivas cada vez más largas, hay tanto que decir y tan poco que contar, porque ellos ya saben lo que se cuece en el interior de cada uno, aun así seguimos empeñados en que nos escuchen, así somos los humanos, hacernos oír es lo que cuenta, pero estos prefieren jugar a hacerse los invisibles, - Es por falta de tiempo- Como diría mi madre - Qué tienen que llegar a todas las casas repartiendo sentimientos y no se pueden parar a charlar del tráfico aéreo del universo o a firmar autógrafos.
Hay que respetar sus costumbres, que para eso son mágicos, arrastran un buen puñado de años a sus espaldas, así que me acuesto expectante, y decido quedarme callada pero con los ojos bien abiertos y los oídos alerta, por lo que pueda pasar, no es momento para soñar dormido y dejar pasar oportunidades...