El yoga favorece la reducción de los niveles de stress y del insomnio, practicar ejercicios de esta disciplina en forma regular, tres veces por semana, permitirá que su cuerpo se relaje y pueda dormir.
Debe tener ciertas consideraciones con la práctica de los ejercicios de yoga. No es oportuno realizar yoga tres horas antes de acostarse porque puede hacer que el flujo de sangre hiperactiva y la actividad cerebral mayor no permita la conciliación del sueño, si ocurre esto es mejor realizar la actividad temprano.
La técnica de la respiración utilizada en yoga permite el alivio de las tensiones acumuladas logrando la relajación y el descanso nocturno tan añorado. La técnica de las fosas nasales para respirar alternando combate el stress. De este modo el cuerpo absorbe oxígeno para generar energía positiva, la relajación apacigua las tensiones, la depresión y el stress.
Las posturas de yoga son beneficiosas para atenuar los efectos del insomnio. La postura del bebé feliz calma la tensión de la espalda y caderas, se hace acostándose sobre la espalda se abrazan las rodillas o los pies.
Las posturas de yoga deben generar elongación muscular positiva y sean pasivas, siguiendo la fuerza de gravedad. Se trata de ejercicios que estimulan el estiramiento de brazos, piernas y espalda, para atenuar la tensión y aflojar músculos y tendones.
Una postura favorable es la del cuerpo muerto, se realiza acostándose en forma plana sobre la espalda con respiración suave, esta postura se utiliza en la finalización de la clase de yoga.
Otra postura es la curva del lado opuesto, se logra acostándose en el suelo, cruzando la pierna sobre el cuerpo y se tira del lado opuesto mientras se espira.
La disciplina del yoga permite ejercitar los músculos y el cuerpo para relajar las tensiones y contribuir a un cuerpo sano. El yoga favorece la circulación y eliminación de toxinas, sustancias químicas del cuerpo y stress, y ayudando en la conciliación del sueño, en definitiva una forma natural de solucionar el problema del insomnio.