La zanahoria es uno de los ingredientes estrella para mejorar el color del bronceado en verano, gracias a su alto contenido en betacaroteno. (A estas alturas casi seguro que habréis oído hablar de él)
Por ello, la zanahoria es uno de nuestros ingredientes favoritos en smothies y/o batidos de frutas. A pesar de no ser una fruta, su sabor dulzón acompaña bien con cualquier otro ingrediente, a la vez que le da un color muy atractivo (por lo menos para mí).
A parte de la controversia del azúcar o no, su alto contenido nutrientes la convierte en un alimento a incluir en nuestra dieta diaria. (pero ¡ojo! que sea fresca y de origen biológico, ya que, al ser una raíz, ésta absorbe todo lo mejor y/o peor de la tierra, adquiriendo más o menos nutrientes y/o químicos añadidos).
Además de betacaroteno o provitamina A, la zanahoria es rica en vitaminas C, D, K, B1, B5 y B6. En cuanto a minerales, contiene magnesio, fósforo, potasio así como trazas de hierro y calcio.
Por lo que respecta a fitonutrientes (tan de actualidad últimamente), la zanahoria contiene luteína, licopeno, carotenos, zeaxantina y xantofila. ¿Y para qué sirven?
Todos ellos son potentes antioxidantes que preservan la salud en general.
Añadir una zanahoria al día a nuestra dieta (fresca, biológica y con regularidad) puede ser beneficiosa para prevenir los siguientes problemas de salud:
Para ayudar a desintoxicar el hígado y acidosis. Los elementos alcalinos orgánicos en las zanahorias ayudan a equilibrar la acidez y azúcar en la sangre.
Problemas de la piel. Sus poderosas propiedades de limpieza contribuyen a ayudar en los problemas de acné causados por la "toxicidad" de la sangre, a la vez que la riqueza y calidad de sus nutrientes ayudan a nutrir la piel eficientemente, evitando la piel seca, psoriasis y otras imperfecciones cutáneas.
Quizá os suena un poco raro, pero está demostrado que las moléculas de zanahoria son las más cercanas a las moléculas de hemoglobina del ser humano, siendo beneficiosa para la producción de sangre humana y prevenir o combatir la anemia; a la vez que ayuda a estimular el sistema inmunológico al incrementar la producción y rendimiento de las células blancas de la sangre (ayudando a prevenir infecciones).
Los beta-caroteno, luteína y la zeaxantina contenidos en la zanahoria ayudan a mantener el sistema ocular en óptimas condiciones, destacando sus beneficios para prevenir la degeneración macular y las cataratas.
El jugo de zanahoria es muy eficaz para disipar el moco del oído, la nariz y la zona de la garganta, aliviando la congestión nasal, sinusitis, flema y moco en la garganta y otros trastornos por el estilo.
Y podría continuar explicando más bondades de la zanahoria, pero más o menos serían las mismas que he detallado: es un alimento excelente para preservar la salud.
¿Y vosotros? ¿Soléis tomar zanahoria a diario? ¿Cómo la tomáis? ¿Tenéis la precaución de comprarla ecológica? Estaré encantada de leer vuestros comentarios!!
Besos desde mi blog!!!
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