(Madrid, 10/03/2011, EFE)
El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha manifestado hoy su deseo de que los países que no forman parte del euro, entre ellos Polonia, formen parte del pacto de competitividad que pretenden consensuar mañana en Bruselas los socios que tienen la moneda única.
Zapatero ha hecho esta oferta al primer ministro polaco, Donald Tusk, en la rueda de prensa ofrecida en el Palacio de la Moncloa en el marco de la VII cumbre bilateral celebrada esta tarde.
El jefe del Ejecutivo ha asegurado que el pacto para que las economías de los países con moneda única sean más competitivas “será más fuerte, más creíble y beneficioso para todos” si se extiende al conjunto de la UE.
Según Zapatero, dentro de los diez socios que no tienen euro, Polonia “ocupa un papel fundamental, es el país más importante”, por lo que “su posición adquiere una relevancia mayor”.
Además de Polonia, entre los países que tienen moneda propia están Reino Unido, Suecia, Dinamarca, República Checa y Rumanía.
Zapatero ha expresado su esperanza de que en la cumbre del eurogrupo de mañana se cierre un acuerdo que satisfaga las exigencias de Alemania para incrementar la competitividad europea.
Los objetivos incluyen adaptar la edad de jubilación a la esperanza de vida, controlar los costes salariales y ligarlos a la productividad, flexibilizar el mercado de trabajo e incluir frenos a la deuda y el déficit en las legislaciones nacionales.
Tusk ha agradecido a Zapatero el que avale un “pacto abierto” y confíe en su país, que presidirá la UE en el próximo semestre.
Ha garantizado que Polonia está comprometida a asumir su responsabilidad “sin complejos”, al considerar que está más preparada que la mayoría de los países de la eurozona para cumplir las metas que se marquen.
Una de las novedades del pacto será que cada socio tendrá que rendir cuentas sobre los compromisos de competitividad que fije para cada ejercicio.
Zapatero ha felicitado a Tusk por la evolución de Polonia, que cerró 2010 con un crecimiento económico del tres por ciento y una tasa de paro del 11 por ciento.
El presidente del Ejecutivo ha subrayado que el país centroeuropeo es “cada vez más atractivo” para las inversiones españolas.
También ha dado su apoyo para que la UE fortalezca su relación con los países del Este de Europa, una de las prioridades de Polonia para su mandato comunitario.
“A España le interesa en gran medida y va a contar con todo nuestro respaldo”, ha dicho Zapatero, quien ha reclamado la misma visión hacia el Mediterráneo.
Tusk ha opinado que la acción de la UE hacia el sur y el este “no son políticas que compiten entre ellas, sino que son igualmente importantes y se complementan”.
Ambos mandatarios han abordado la situación de Libia y han convenido en la necesidad de que los Veintisiete actúen al “unísono” para forzar el cambio democrático y la caída de Muamar el Gadafi.
Han coincidido igualmente en que la UE debe fijar mañana en el Consejo Europeo de Bruselas una postura común sobre quiénes deben ser los interlocutores en el bando rebelde, después de que Francia haya anunciado hoy que reconoce al Consejo Nacional Libio que encabeza un exministro de Gadafi.
Zapatero ha pedido “no regatear” en los fondos de ayuda a los países árabes, sin que se vean afectadas las partidas de cohesión de las que son beneficiarios socios como Polonia por ser de los últimos que se incorporaron a la UE.
Tusk ha destacado en este punto que su país toma a España como ejemplo sobre cómo aprovechar al máximo estos fondos.
Ambos se han felicitado porque las buenas relaciones bilaterales se extiendan al ámbito cultural.
En este punto, Tusk ha mostrado su sorpresa al descubrir que “hay gente” en la familia de Zapatero que está aprendiendo polaco, al igual que en la suya la hay que está estudiando español.
“En próximas reuniones, podremos hablar en polaco y español”, ha bromeado Tusk.