Es la segunda vez que se me complica una receta en este reto (bueno, de 24 dos no está tan mal ¿no?) pero hasta el punto de tirarme de los pelos ¡esta! Veréis...este mes ha sido un pelín complicado organizarme con todos los retos y, como se suele decir, en casa del herrero cuchillo de palo, el mío lo he dejado para el final. Tan al final que cuando me puse a hacer la receta dulce de este mes me salió ¡una auténtica porquería!
No se que pasó pero la masa tenía una consistencia intratable con las manos así que la tuve que meter en una manga pastelera y tratar de hacer las rosquillas así y directamente freírlas pero ¿sabéis? mientras se freían se deshacían todas y no veas el churro (nunca mejor dicho) que monté...¡si viérais mi cara de deseperación!
Total, que ya estaba dispuesta a editar la entrada sólo con las participantes (mi churro ni lo fotografié obviamente) pero ayer por la tarde (estuve fuera todo el día de excursión) tenía un ratín y me dije ¡venga! ¡no te rindas! Y me puse manos a la obra de nuevo. He escalado la masa a unas cantidades más pequeñas por aquello de que si me salía otra vez mal al menos no tiraba tanto...¡pero algo ha salido!
Ingredientes: 70 g harina; 25 g mantequilla; 38 g miel; 1 yema huevo; 1 cucharadita moscatel; 125 g agua; sal; azúcar glas.
Preparación: Poner a calentar en un cazo el agua con una pizca de sal. Cuando esté hirviendo añadir la miel y la mantequilla y remover para disolver. Retirar del fuego y volcar la harina de una vez y remover enérgicamente con una cuchara de palo. Poner el cazo a fuego suave de nuevo y seguir trabajando la masa hasta que esté lisa y compacta. Dejar enfríar.
Incorporar la yema de huevo y el vino y mezclar bien para integrar todos los ingredientes. Yo he dejado un poquito en la nevera para que gane consistencia.
La masa tiene la consistencia de la plastilina. Hacer bolitas y con cada bolita formar un minidonut metiendo el dedo por el centro y girando alrededor del dedo para que se abra.
Poner un cazo con aceite al fuego y, cuando esté bien caliente, ir friendo las rosquillas una a una hasta que estén doradas y la masa no quede cruda por dentro (probar una primero y si es necesario bajar un poco el fuego). Espolvorear con azúcar glas y servir.
Las zeppole aquilane (en italiano zeppola, plural zeppole) es un dulce típico tradicional de la cocina de la región de Abruzzo y Molise, que son las que visitamos este mes, y suele ser frecuente en las pastelerías para la celebración de la onomástica de San José el 19 de marzo. Las rosquillas se elavoran con masa (pasta choux) y se condimentan con el famoso vino cotto de la zona.
Os dejo la receta original como siempre. En mi caso las he frito en aceite y no en grasa animal y he usado sólo un tipo de harina aunque originalmente lleva también una pequeña parte de harina sin refinar.
Pues hasta aquí mi desastre recuperado y ahora si os presento las aportaciones de las dos valientes que se han atrevido este mes. ¡GRACIAS!
¡Pues hasta aquí el reto número 12! Ya os conté ayer un secretillo...como nos quedan 6 ediciones para acabar estoy preparando una edición especial para final de año, con concurso incluido...¿Te animas a participar? ¡El mes que viene os traigo otras dos nuevas propuestas!