El gran invitado al Zinema Zombie 2016 fue Lamberto Bava, director de una película mítica para los amantes del cine de horror y del fantastique, como lo fue y sigue siendo Demons, obra de culto que se tuvo oportunidad de visualizar en la Cinemateca Distrital, con la presencia del director, que dejó en claro no sólo sus motivaciones al hacer esta obra sino las influencias, trabajo en equipo y colaboración con Dario Argento y demás situaciones que se dieron en su momento."En el primer Demons, los demonios venían fuera de la pantalla de un cine, en el segundo del televisor, ahora los demonios somos nosotros...." Lamberto Bava*
Lamberto, hijo de Mario Bava -el gran director de cine fantástico italiano-, no sólo entró al mundo del cine gracias a su apellido - su abuelo también fue un importante director de fotografía en el cine mudo- sino a sus propias capacidades como montajista, guionista y productor, oficios que aprendió de ese selecto grupo de amigos que se establecieron en el cine fantástico, de horror y fantasía de los años ochenta en Italia .
El romano, que inició como asistente de su padre, de Dario Argento o del mismo Ruggero Deodato en Holocausto Caníbal, entre otros, también llevó sus historias a la televisión; pero fue en los años ochenta con Pupi Avati, el mismo Argento y Lucio Fulci, que éste desplegó sus talentos y capacidades cinematográficas con Macabre -en la que colaboró su padre-, y más adelante con su obra capital como lo fue Demons, sin dejar de lado sus explotations de Rambo y Tiburón, y otros proyectos, en ese periodo en el que empezaba la decadencia del fantastique italiano, y el europeo, sea dicho de paso.
Escrito a varias manos, este guión nace de la imaginación del propio Bava junto a Argento, Franco Ferrini y Dardano Sachetti, que se puede simplificar en cómo una visita al cine, se termina convirtiendo en una verdadera pesadilla demoníaca y en el inicio del fin del mundo.
La película inicia con una joven llamada Cheryl (Natasha Hovey) viajando en el metro de una gran ciudad (Berlín para ser más exactos), la cual se siente acosada por una extraña presencia durante el recorrido, sin embargo al salir de la estación será interceptada por un extraño joven con el rostro enmascarado (Michele Soavi), el cual está entregando unas entradas para una función de cine en el Metropol, un desconocido teatro en el centro de la ciudad; al caer la noche, la joven termina asistiendo a ese pre-estreno con su amiga Kathy (Paola Cozzo). El teatro, encumbrado como una fortaleza y repleta de extrañas figuras, está en su tope, los asistentes observan esta figuras, mientras otros juguetean con estos elementos, como lo hacen unas prostitutas, una de ellas se coloca la máscara en forma de demonio, y le causará una pequeña herida; y ésto hecho será el desencadenante, para que la ficción terrorífica que están viendo en pantalla se traslade al mismo teatro. La transformación demoníaca y la supervivencia de los demás espectadores, será concentrada por el Metropol, ese teatro que como castillo terrorífico, guarda un oscuro secreto, y ha salido de la pantalla de cine.
Con el paralelismo de la película, y de unas escenas exteriores, vamos descifrando ese fin del mundo, que parece atrapar a esa ciudad europea.
Un poco menos afortunado resulta la selección musical - demasiado heavy metal ochentero para mi gusto- más no es así con la recordable canción de Claudio Simonetti, que guarda no sólo el espíritu de la época sino el tono de la película.Con un trabajo de montaje muy bien pensado por el mismo director y ejecutado por Piero Bozza y Franco Fraticelli, más que exacto en su configuración sí lo es su manifestación "estética" y como juego de metaficción; y en este punto también cabe destacar los efectos especiales, stop motion y maquillaje de una serie de artistas encabezados por Angelo Mattei y Aldo Maferra, entre otros.
Montaje Paralelo: Cine dentro de cine
* Frase tomada de una entrevista hecha por: http://lanocheamericana.net/entrevistas/lamberto-bava-hoy-a-mi-me-aterroriza-el-mundo-en-que-vivimos.html