La agencia estadounidense de medicamentos (FDA) publicó el año pasado una alerta sobre azitromicina, incluyendo una sentencia que afirmaba que los riesgos eran similares para levofloxacina. Se llevó a cabo un estudio retrospectivo entre militares retirados de Estados Unidos (EE.UU.) para probar la hipótesis que tomar azitromicina o levofloxacina incrementaría el riesgo de muerte cardiovascular y de arritmia cardíaca.
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En comparación con la amoxicilina la azitromicina dio lugar a un incremento estadísticamente significativo de la mortalidad y de la incidencia de arritmia en los días 1 a 5 de tratamiento, pero no en los días 6 a 10. La levofloxacina, que fue dispensada de manera predominante para un mínimo de 10 días, dio lugar a un aumento de la mortalidad y del riesgo de arritmia a lo largo de los 10 días de tratamiento”.
Es decir, ambos antibióticos incrementaron el número de muertes con respecto a la amoxicilina. El estudio original se titula Azithromycin and levofloxacin use and increased risk of cardiac arrhythmia and death y está publicado en Annals of Family Medicine.
Lo curioso es que entre la publicación de la alerta de la FDA y este estudio que conocemos ahora publicado en la citada revista de medicina familiar, hay otro que vendría a contradecirlos.
La agencia estadounidense habría descubierto que el aumento de muertes por dichos antibióticos podrían deberse a efectos proarrítmicos por la prolongación del intervalo QT (dependiente de la frecuencia cardíaca). Un estudio observacional publicado en el New England Journal of Medicine (NEJM), concluyó que el exceso de mortalidad cardiovascular observada previamente con el uso de azitromicina es atribuible a la infección que se está tratando, no el antibiótico.
Pero la historia viene de antes. El 17 de mayo del 2012, la FDA publicó una declaración sobre un estudio también publicado en el NEJM que comparó los riesgos de muerte por causa cardiovascular en pacientes tratados con medicamentos antibacterianos como azitromicina, amoxicilina, ciprofloxacina (Cipro) y levofloxacina (Levaquin) o sin medicamento antibacteriano.
Así que prudencia en el uso de estos fármacos. Otro de los peligros del abuso de antibióticos, conocido, es el aumento de resistencias bacterianas, la capacidad de un microorganismo para resistir los efectos de un antibiótico. Éstas matan a decenas de miles de europeos. España es una potencia en resistencias bacterianas, y se comprende, por ejemplo en torno a la azitromicina y el asma, una “moda sin fundamento científico”.