Zoco Astronomía: El sistema de galaxias Arp 94

Por Angelrls @El_Lobo_Rayado
Artículo publicado originariamente en el Suplemento Zoco de Diario Córdoba el domingo 14 de diciembre de 2014.
A rasgos generales, todas las galaxias del Universo Local se enmarcan en dos categorías. Por un lado existen las galaxias espirales, ricas en gas, en estrellas jóvenes y en fenómenos relacionados con formación estelar. Nuestra Galaxia, la Vía Láctea, pertenece a esta clase de galaxias. Por otro lado existen las galaxias elípticas, objetos donde la formación estelar cesó hace eones, estando así dominadas por estrellas viejas. Las galaxias elípticas apenas tienen gas, se usó miles de millones de años atrás en formar las estrellas que vemos en ellas hoy día. Sin embargo, a veces encontramos galaxias que parecen encontrarse justo entre estas dos clases. Estos objetos son muy importantes desde el punto de vista astrofísico dado que proporcionan pistas clave a la hora de entender cómo las galaxias espirales se transforman en galaxias elípticas. En efecto, la teoría cosmológica actualmente aceptada (modelo jerárquico con materia oscura fría y constante cosmológica) predice estas transformaciones de galaxias como parte de la evolución del Universo. A su vez las galaxias espirales se crearían tras la fusión de varias galaxias enanas.

El sistema Arp 94 consta de dos galaxias principales, la espiral NGC 3227 (abajo) y la elíptica enana NGC 3226 (arriba), ambas rodeadas por los restos de lo que debería haber sido una tercera galaxia. En azul se muestra el gas difuso y frío que se mueve entre NGC 3226 y NGC 3227. En rojo se codifica la emisión en infrarrojo de gas y polvo caliente. Crédito: NASA/CFHT/NRAO/JPL-Caltech/Duc/Cuillandre.
La galaxia NGC 3226 es uno de esos objetos de transición. Se trata de una galaxia elíptica enana a sólo 49 millones de años luz de nosotros, proyectada sobre la constelación zodiacal de Leo. Lo interesante de NGC 3226 es que se encuentra en interacción con la galaxia espiral NGC 3227. El astrofísico americano Halton Arp ya notó los rasgos singulares de este sistema, que incluyó en su catálogo de galaxias peculiares con la designación de Arp 94. La imagen muestra una nueva fotografía de Arp 94 obtenida combinando datos de tres instalaciones astrofísicas. La galaxia espiral NGC 3227 se encuentra en la parte inferior del sistema, mientras que la galaxia elíptica NGC 3226 está por encima de ésta. La imagen en escala de grises es la toma óptica obtenida con el telescopio CFHT (Canada France Hawaii Telescope). En color rojo codifica las observaciones infrarrojas obtenidas con el telescopio espacial Spitzer (NASA), que trazan el polvo y el gas caliente. En azul se incluye la imagen conseguida usando el radio-interferómetro VLA (Very Large Array), en Nuevo México (EE.UU.), y que traza el gas hidrógeno frío, esencial para que ocurra la formación estelar.
Alrededor de las dos galaxias aparecen varios filamentos y colas de material difuso (en gris). Una de estas colas se extiende por unos 100 mil años luz (equivalente al tamaño de la Vía Láctea) terminando en el centro de NGC 3226, donde existe un disco de gas caliente y un anillo de polvo (en rojo). Estos rasgos indican que hasta hace poco existía una tercera galaxia enana en el sistema que ha sida engullida por NGC 3226 recientemente. Los restos de esta galaxia enana destruida por las intensas fuerzas gravitatorias continúan cayendo hacia NGC 3226. Las interacciones experimentadas entre estas galaxias han inducido enormes cambios en las características de NGC 3226, no solo en su estructura y en el tipo de estrellas dominantes en ella sino también en el comportamiento del gas (en azul), que ahora fluye libremente entre las dos galaxias principales. Así, se debería esperar que la galaxia elíptica NGC 3226 debería estar formando activamente nuevas estrellas en la actualidad. Pero esto no está ocurriendo. Los datos sugieren que el gas se está calentando demasiado al caer dentro de NGC 3226 porque está chocando con el gas y el polvo previamente existente en esta galaxia (en rojo), inhibiendo la formación estelar en vez de inducirla. Esta hipótesis ha sido confirmada con nuevos datos infrarrojos obtenidos con el satélite Herschel (Agencia Espacial Europea). No obstante, tarde o temprano el gas caliente se enfriará, y será entonces cuando se produzca el nacimiento de nuevos soles en NGC 3226. Aún así, en varios centenares de millones de años todo el material quedará unido en una gigantesca galaxia elíptica, tal y como predicen los modelos cosmológicos actuales.
Más información
- Nota de prensa de NASA (en inglés).
- APOD 9 Octubre de 2013 (en inglés).