La receta no puede ser más sencilla ni más rica...
Ingredientes para el caldo: 1 hueso jamón; 1 zanahoria; 1 rama apio; 1 puerro; las ramas verdes de otros 2 puerros; agua; sal.
Ingredientes (por cada tazón): 2 rebanadas pan; 1 huevo; 20 g queso parmesano rallado; caldo.
Preparación: Yo he empezado preparando un caldo casero. Poner en una olla el hueso, la zanahoria raspada, el puerro limpio, la rama de apio limpia de hebras y las partes verdes de dos puerros bien lavadas, todo ello en trozos grandes. Cubrir de agua, añadir sal y hervir durante 45 minutos a fuego medio. Colar y poner en una olla a hervir.
Tostar las rebanadas de pan (en la receta original se fríen sobre mantequilla) y poner en el fondo del tazón. Poner un huevo por encima y cubrir con el queso parmesano rallado. Verter el caldo hirviendo por encima y servir. Confieso que con estos calores he tenido que esperar a hacerla un día que nos sorprendió la lluvia pero estaba verdaderamente deliciosa.
Esta sopa, como su nombre indica, es típica de Pavia en Lombardia, región que visitamos este mes y cuya capital es Milano. Cuenta la leyenda que la receta tiene su origen en un episodio sucedido a Francisco I de Francia, que, durante la batalla de Pavía, fue hecho prisionero y llevado a una granja cercana. Al parecer el campesino, sorprendido en tal situación, no encontró nada mejor para servir a su huésped que una sopa con lo que tenía a mano (pan, queso y huevos), inventando así la famosa sopa. Francisco I de Francia, al volver a casa después de un año de cautiverio, introdujo en la corte esta sopa con un éxito tremendo.
Os dejo como siempre la receta original.
Y ahora vamos ya con las aportaciones de mis participantes, todas ellas riquísimas. ¡GRACIAS!
Pues con este menú de sopitas tan ricas nos despedimos hasta mañana, que volveremos con la propuesta dulce. ¡Sed felices!