Cuando darlo todo por tu trabajo no es tu mejor opción (3 alternativas).

Hoy te voy a hablar de ese consejo tan extendido que es «da lo mejor, hazlo siempre lo mejor que puedas…»

Y las consecuencias cuando lo haces y tus esfuerzos no tienen resultados (o no los esperados).

Fíjate, a mí se me dan fatal las manualidades, pero fatal. Y yo puedo hacerlo lo mejor que puedo, darlo todo y que me siga saliendo un churro… Y sentirme frustrada porque oye, lo estoy dando todo para nada.

Otro ejemplo, tú puedes estar dándolo todo en tu trabajo, en tu negocio, haciendolo lo mejor que puedes y sabes y, aún así, no ver los resultados que quieres.

¿Te suena? Pues sigue leyendo…

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La parte negativa es que puedes empezar a dudar de ti misma y pensar que no vales para nada, que no eres suficiente y entrar en un bucle eterno de autodestrucción.

Así que te voy a dar algunas alternativas.

Cuando dar lo mejor no funcione, prueba esto:

1. Deja de hacerlo lo mejor que puedas y haz algo diferente.

Por ejemplo, yo puedo dejar de hacer manualidades por mi cuenta y apuntarme a un curso y que me enseñen (si me interesara, que no es el caso). O dejar de hacer manualidades y probar algo que me guste más o que se me dé mejor de forma natural.

Si en tu trabajo haces las cosas siempre de la misma manera, prueba algo diferente.

No me canso de decir que hacer cosas diferentes abre muchas puertas. Te das cuenta de lo que te gusta y lo que no, se aceleran procesos, se cierran otros, conoces gente…

De todo pasa cuando empiezas a hacer cosas diferentes. Además, puedes empezar por algo pequeño, por ejemplo, decir que sí a algo que siempre has dicho que no (o viceversa).

2. Prueba a hacer algo que esté alineado con tus valores, necesidades y lo que quieres en tu vida.

A veces no es cuestión de esforzarte más sino de elegir mejor en qué, dónde o con quién te esfuerzas... Clic para tuitear

Si no sabes lo que quieres eso es lo primero que tienes que hacer, y aquí te ayudo a hacerlo.

3. Dejar de hacer y esperar a que pase la lluvia.

A veces no queda otra que esperar a que llueva, no puedes hacer que la lluvia pare. Si hacerlo lo mejor posible no ha funcionado, quizá tengas que esperar a que pase la lluvia. Sea lo que sea «la lluvia» para ti.

Y otro detalle importante, recuerda que darlo todo no siempre es igual. No puedes rendir al 100% todos los días de tu vida. Hay momentos en los que darlo todo supone dar un 10% porque ya no te queda más. No lo olvides.

Si sientes que he dado en el clavo con este mensaje y que no tienes los resultados que quieres puedes hacer mi curso «Qué Hacer Cuando No Sabes Qué Hacer», que te dará una claridad tremenda para saber en qué enfocarte, como fue el caso de Yola, por ejemplo:

«Antes de hacer el programa estaba bloqueada, no conseguía aclarar mis ideas, ¡y es que no eran pocas! Eran un tumulto de múltiples opciones sin organizar.

Gracias a lo que he aprendido, ahora he conseguido organizar mis objetivos, de manera clara y específica, siguiendo los consejos, razonamientos y organigramas de Aida.

Además, he conseguido entusiasmarme por la idea elegida de una forma mas realista, funcional y realizable. Esta nueva manera de pensar me ha aportado también más tranquilidad a mi vida, ya que no estoy tan ansiosa esperando algo indefinido. Ahora sé lo que quiero y cómo conseguirlo.» Yola Martín

Te puedes apuntar aquí.

También puedes escribirme si tienes alguna duda o prefieres trabajar conmigo en privado y decidir qué funciona, qué no y qué hacer a partir de ahora.

Cuéntame, ¿cuál de estas tres alternativas es la que más se aplica a ti ahora? Me encantará leerte.

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