Descubriendo Monument Valley, Estados Unidos

Hay tantísimos sitios de los que me gustaría hablar que cada vez que me pongo a escribir una entrada, la parte más dura sin duda alguna es decantarme por solo uno. De hecho antes finalmente de decantarme por hablar de mi lugar favorito de los Estados Unidos, he tenido que dejar para más adelante muchas otras opciones que también estoy deseando contar… ¡Y ay amigos! Cuando ha llegado el momento de hablar de EEUU me he dado cuenta de que hay tanto que mencionar que no se por dónde empezar, así que simplemente empezaré describiendo la imagen más bonita que tengo en la mente de mi viaje allá por el año 2006 a ese país.

Definitivamente cada vez que alguien me pregunta ¿qué fue lo que más te gustó de EEUU? y yo cierro los ojos para pensar sobre ello, la primera imagen que me viene a la mente es la de una larga carretera totalmente recta que desaparecía por el horizonte, a cuyos lados tenía la maravillosa reserva india de Monument Valley. Y si, todos la conocéis y poco puedo decir de este lugar salvo que es absolutamente maravilloso. Recorrer en coche la carretera de Monument Valley y ver frente a ti las enormes formaciones rocosas que tantas veces hemos visto en las películas de indios, consiguió ponerme la piel de gallina de la emoción.

Parecía como si estuviera entrando en una dimensión desconocida según avanzaba atravesando aquel desierto de vivos colores naranjas y me iba acercando montada en el coche. De hecho solemos ser muy habladores mientras viajamos, pero en cuanto divisamos la larga carretera y las formaciones rocosas al fondo, fue como si todos contuviéramos el aliento. Es tan impresionante que no se puede describir, hay que vivirlo. Hay que parar el coche a un lado de la desierta carretera y bajarte a mirar el horizonte. Hay que tomarse su tiempo en disfrutar de lo que ves…

Y una vez que ya has dejado que la magia de ese valle te envuelva, entonces se retoma el camino hacia la reserva, la cual se puede visitar por dentro en coche por tu cuenta o en unas visitas guiadas que organizan. Eso sí, si entro esperas encontrar indios viviendo mejor no vayas, pues lo único que vi fue una destartalada caravana donde probablemente viviría algún nativo, aunque ya la mayoría de estos se han mudado a las poblaciones cercanas, como por ejemplo Kayenta.

Durante la visita a la Reserva India puedes ver un enterramiento típico indio y varias formaciones rocosas que ellos adoraban como dioses animales, o mejor dicho, como tótems. A parte por supuesto de impresionantes paisajes que recorres haciendo un recorrido circular. A nosotros nos pilló la puesta de sol en la reserva y ver como el cielo se teñía de naranja, rojo y violeta fue increíble. Terminamos nuestra visita en el centro de visitantes, aunque un poco acelerados porque llegábamos tarde a Kayenta que era donde nos íbamos a alojar, pero aún así tuvimos tiempo para comprar postales y algún que otro recuerdo.

Y bueno, quizás el mayor cumplido que le puedo hacer a este lugar, es que incluso después de 8 años todavía me descubro casi todos los días pensando en lo mucho que me gustaría volver a este lugar… Eso solo pasa con pocos lugares en el mundo y sin duda alguna para mi pasa con Monument Valley… Así que os animo a que vayáis a vivirlo, pues a veces no es suficiente solo con verlo.

Por si os interesa, aquí podéis obtener la información sobre los precios de entrada a la reserva, los horarios de apertura, un mapa de la ruta por la reserva. Eso si, está en inglés, así que toca poner en práctica vuestros conocimientos de idiomas.

Link con la información

de Monument Valley