Disfruta de las cosas sencillas

Una de las preguntas que me hago cada vez que voy a  un hospital a visitar a alguien que está enfermo por diferentes motivos, es lo poco que se valoran las cosas más simples de  la vida  hasta que nos vemos privados de ellas. Por eso quiero reescribir hoy a Robin Sharma, recordando el capítulo “Disfruta de las cosas sencillas” de su libro “Lecciones sobre la Vida del Monje que Vendió su Ferrari”.
“Nadie consigue llevarse sus posesiones cuando muere. Todavía estoy por ver un camión de mudanzas siguiendo al coche fúnebre en un funeral. Al final, la única cosa que podemos llevarnos son los recuerdos de todas esas grandes experiencias vitales que añaden sentido a nuestra vida. Estando así las cosas prefiero pasar mis días en actividades que  me dejarán recuerdos felices en vez de acumulando posesiones”.
He descubierto que mis mejores recuerdos derivan de las cosas más sencillas de la vida. El día que mi hija Blanca dio sus primeros pasos, el primer concierto de Navidad de mi hijo Colby, el día en que nuestra familia  jugó al  futbol bajo la lluvia y la noche que hicimos una barbacoa bajo la luna llena”.
Dale Carnegie escrbió: Una de las cosas más trágicas que conozco sobre la naturaleza humana es que todos tendemos a aplazar la vida. Todos soñamos con un mágico jardín de rosas más alla del horizonte en lugar de disfrutar de las rosas que están floreciendo delante de nuestra ventana hoy”. Ten la sabiduría de disfrutar de las cosas sencillas.
Y ten la sabiduría de cuidar tu cuerpo, de manera que te permita disfrutar de muchos de estos momentos mágicos.
¿te animas?