Revista Cocina

EL CALDO DE NAVIDAD (el caldo de la Tía Toya)

Por Bizcochodechocolate @quintano
Todos recordamos en mayor o menor medida, unas fiestas navideñas de manera especialAl menos, a mí me pasa. 

Fueron las Navidades de hace 13 años y las celebramos en Encinasola. Éramos tropecientos. Fue una cena de pie, imposible sentarnos todos, pero así te movías de un grupo a otro y hablabas con todo el mundo. Mi tía Loli hizo un Belén precioso con unas tinajas. Cada familia aportó manjares deliciosos: gambas de Huelva, jamón y chacinas ibéricas, queso, carnes asadas; pero si hay algo que se grabó en mi mente, fue el caldo de la Tía Toya. Era una olla gigante y sin fondo, porque por allí pasamos todos más de dos veces y no se acababa.


Hacía frío y estábamos en una sala abierta al patio, así que era un arma infalible para entrar en calor. Y gracias a ese calor, acabamos todos en el patio cantando coplillas navideñas. La imagen de mi tío Jesús cantando con un poncho puesto, no la olvidaré nunca. Era la viva imagen de la felicidad. Confieso que disfruto muchísimo de las celebraciones familiares, son momentos que se graban en la memoria.

Volviendo al caldo. Aunque yo ponga aquí la receta de mi tía Toya, que es la que mi madre repite cada Navidad, nunca sale como el que ella cocina (eso lo dicen hasta sus propias hijas). Aún así está delicioso.


EL CALDO DE NAVIDAD (el caldo de la Tía Toya)

Ingredientes


- 1/2 pollo, limpio de vísceras pero con piel. 
- 1/4 de gallina, limpia de vísceras pero con piel. 
- 1 hueso grande de jamón fresco. 
- 1 trocito de tocino ibérico. 
- 1 punta de jamón ibérico. 
- 1 patata. 
- 1 zanahoria. 
- 1 puerro. 
- 2 puñados de garbanzos. 
- Agua.

Preparación


Se meten todos los ingredientes en una olla grande y se llena de agua. Se pone a cocer a fuego medio y se va espumando (es decir, quitando la espuma que sueltan los ingredientes). Cuando ya esté espumado, se deja cociendo a fuego medio-bajo todas las horas que uno quiera sin cerrar la olla (el de la foto estuvo 9 horas en el fuego). 
Es muy importante reponer el agua que se vaya consumiendo, de manera que la olla esté siempre llena. 

En casa se sirve sin fideos, únicamente se añade el pollo, la gallina y el jamón muy picadillo. 


Hay quien lo riega con un chorrito de Jeréz. Y por supuesto no se tira nada. Con la verdura y un poco de caldo se hace un puré delicioso. 
Este caldo revive a un muerto, ideal para tomar tras una noche de excesos.

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