Revista Maternidad

Las cosas por su nombre

Por Violetaosorior

Las cosas por su nombre
Así o más claro? Elijo casa y elijo parterxs, porque el parto es un hecho sexual e íntimo y es mio y de mi criatura, no del estado, ni del sistema médico. Elijo ser acompañada por quienes entienden el nacimiento como un hecho fisiológico y no estar en manos de la intervención y la medicalización, elijo sostén y no conducción. Elijo recibir a mi hijx plena y consciente de mi fuerza y mi poder y no drogada, mutilada y maltratada, por eso elijo ser acompañada por aquellxs que entienden que su lugar es ser guardianes de lo sagrado, de la celebración de la vida nueva. Pensar que el parto domiciliario planificado contribuye al robo de bebés es no entender nada sobre lo que significa parir en casa y mucho menos entender por qué lo elegimos, es desconocer absolutamente de la labor silenciosa y vital que realizan lxs parterxs y es querer buscar chivos expiatorios para no tener que verse la caras como estado y asumirse victimarios, cómplices y perpetúadores.

Y  no nos confundamos, el nuevo Proyecto de Ley sobre las incumbencias profesionales de las parteras no solo nos involucra a quienes elegimos parir en casa (que dicho de paso lo seguiremos haciendo, mal que le pese al Estado y a los intereses económicos que lo mueven). El nuevo proyecto avala un sistema de atención basado en la medicalización y la intervención (textualmente dice que las parteras están habilitadas para " 4. Controlar y conducir el trabajo de parto 5. Inducir el trabajo de parto según indicación médica” .sumado a esta parte de los fundamentos "El embarazo es una delgada línea entre lo normal y lo patológico, por eso debe controlarse") Esto en la práctica se traduce en violencia obstétrica, uso indiscriminado de intervenciones de rutina, mentiras y más mentiras, excusas, invasión y estadísticas que nos juegan en contra, lo que en el mundo institucional significa ni más ni menos que el recrudecimiento de lo que tan bien muestran las imágenes del documental “Puja” (véanlo aquí) .Decir que el embarazo es una delgada línea entre lo normal (que carajo significará normal?) y la patología y que la labor de la partera es conducir un trabajo de parto, es además, de una mentira enorme y un tremendo desconocimiento de lo que son los procesos del embarazo y el parto, una manera abierta de legitimar la tortura a la que la gran mayoría de veces nos vemos sometidas las mujeres y nuestrxs hijxs. Hemos normalizado e invisibilizado la violencia obstetrica, hemos dado por hecho que parir es asi y es eso y que nacer es entrar al mundo con miedo y violencia, que lo normal, lo esperable, lo que toca es que te corten la vagina, que se te suban a la panza, que te pongan goteo, que te acuesten y te aten, que se lleven a tu cría y la sometan a intervenciones innecesarias y crueles. Ese es el modelo de atención que avala este proyecto, eso y la terrible intención de vulnerar nuestro legítimo derecho a elegir cómo, dónde y con quién parir, además del derecho laboral de las parteras de ejercer allí donde su vocación se los indica.


Como mujeres, familias y parterxs Argentinas agradecemos toda la difusión y ayuda posible! El nacimiento nos compete a todxs, más allá del género, la nacionalidad, la religión, la política, las elecciones personales sobre cómo, dónde y con quién parir, es un tema de todxs, esel reflejo y el origen de la sociedad que somos y deseamos! El parto no le pertenece al estado, menos al sistema médico, el parto y el nacimiento son patrimonio de la humanidad, cuidémoslo entre todxs!

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