Revista Educación

Mentes criminales, la serie

Por Siempreenmedio @Siempreblog
Mentes criminales, la serie

Por cosas de la vida (la verdad es que quería ver la evolución del lenguaje inclusivo y otras cosas que me parecían interesantes) me he visto, a trompicones, todas las temporadas de la serie " Mentes criminales ". Tendiendo la ropa, Atendiendo otras actividades físicas del hogar. En mis ratos de ocio.

Total. Les cuento.

Sí que se ve la evolución en las actitudes y el lenguaje (aunque la he visto traducida con doblaje al español del España, perdón a los puristas). La serie empezó en 2005 y acabó el año pasado, por lo que se pueden apreciar cosillas. No sé muy bien si ha ocurrido en las partes más cruentas y terroríficas porque, confieso, cuando pasa algo chungo le doy a la pausa y adelanto la escena hasta que empieza la siguiente. A veces lo silencio (pongo el "mute"), pero ya en las últimas directamente la saltaba. No puedo con los llantos, los gritos de auxilio, las escenas cruentas de asesinos en serie... Y se dirán; ¿entonces para qué narices ve la serie "Mentes criminales"? Vamos, que por el título se ve que una comedia no es.

Pues porque los y las protagonistas me hacen cosquillitas en el corazón. Quienes elaboran los guiones de estas series saben que, lo importante, son las historias humanas que transitan por las vidas de estos personajes, tanto las efímeras de cada capítulo, como las que permanecen durante una o más temporadas. Las relaciones que crecen entre los personajes son los ladrillos sobre los que se construye la relación entre la serie y quienes la ven, esa especie de fidelidad (o no) y de complicidad que se establece con seres inexistentes al otro lado de la pantalla. La amistad. Durante las temporadas hay una evolución clara en las relaciones de amistad, que se van forjando con el trato constante (otro día hablamos de lo normalizado que está en Estados Unidos que tu trabajo sea lo más importante y no tengas vida -lo de los derechos laborales, las vacaciones, los horarios, lo llevan regulinchis tirando a mal y cuidadito con que sean modelo de vida, amiguis-).

Al terminar la serie me he sentido un poco huérfana, igual que cuando se acaba un buen libro, o una buena saga, y una tiene que despedirse de alguien a quien le ha terminado cogiendo cariño. A las despedidas no les pongo el "mute", se me oye con el pañuelo sonándome el moquillo de la emoción. Por fin van a tener vacaciones.

Mentes criminales, la serie
Crédito de las imágenes:CBS


Volver a la Portada de Logo Paperblog