Revista En Femenino

Raben Power

Por Mamaenalemania
Detrás de toda Rabenmutter, o existe un Rabenvater o no hay nadie.
En estos tiempos en los que el número de madres solteras o divorciadas sube como la espuma y, teniendo en cuenta que ahora en Alemania, un marido que fuese contribuyente único (ejem… ¿la mayoría?) ya no está obligado a entregar la mitad de sus ingresos a su ex mujer – sino sólo un tercio –, alguna Rabenmutter debe de haber graznado muy alto, porque desde la central del Bundesland al que pertenece el mierdapueblo, nos conceden permiso para implantar Ganztagsbetreuung aquí, en el culo del mundo.
Con todo el derecho: Está muy bien eso de que no se exprima al señorito, pero si resulta que ahora tu exmarido tiene más pasta para mimar a su exsecretaria y tú te tienes que buscar la vida… ¿qué pasa si no hay guarderías? ¿o si sólo hay 4 horas al día? Pasar de ser una Übermutter como Gott manda a engrosar las colas del Harz-IV a algunas no les va. Y con razón.
Ahora theoretisch tenemos derecho a exigir. Praktisch, lo que tenemos que hacer es conseguir un mínimo de 5 niños y convencer a la Gemeinde de que lo necesitamos. Esta tarde.
En vista de que la cosa pinta complicada y el Elternbeirat tiene que presentarse cargado de argumentos, ayer se celebró otro aquelarre rabenmuttero (con aparición estelar de un par de Rabenvaters) al calor de varios gintonics.
Enumerando razones de peso (aparte del que tengamos derecho a poder trabajar, tanto como a tener hijos, para mí más que suficiente), uno de los plas uan resultó ser más creativo de lo que nos imaginábamos. Tanto, que se le instó a acudir a la reunión y deleitarnos con unos puntos sobre íes.
¿yoooooo? ¿y yo qué pinto ahí? Esto es problema vuestro…
Click.
Cambio de estrategia: estarán él, mi maromen y otros dos.
En un plis plas – y porque se tenía que haber enfocado así desde el principio – se acaba de convertir (también) en SU problema.
A ver qué cara ponen en la Gemeinde cuando sean hombres los que reclamen guarderías para poder trabajar. Y en su empresa, cuando se queden en casa porque el niño está enfermo o se cojan una excedencia para estar con la familia. O en el mierdapueblo, cuando les pregunten por la mañana en la panadería si están enfermos y contesten que de baja están, pero que la paternidad no se considera enfermedad. Y ellos mismos, cuando tengan que organizar la compra y las comidas (sanas, of course) de toda la semana.
O empezamos a ser igual de (poco) rentables todos, o aquí vamos a seguir teniendo problemas sólo las madres (reales o en potencia, que para algunos es lo mismo).

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