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Reseñas 2x1: “ASÍ COMENZÓ NUESTRO OLVIDO” de Trudy Jordan y “LUCIÉRNAGAS” de Susana Corcuera

Publicado el 07 octubre 2023 por Marianleemaslibros
Cubierta de la novela de Trudy Jordan, autora colombiana,  publicada en 2023
     Sinopsis oficial"Mina es una joven sensible y leal, cuya vida ha estado marcada por el silencio que las mujeres de su entorno guardaban cuando los hombres hablaban y por la huella del primer amor: Santiago, un apuesto y noble seminarista al que no ha podido olvidar a pesar del paso del tiempo y quien transformó su inocencia en nostalgia.
Este sentimiento puro y furtivo del pasado la ata a su tierra natal, y por eso decide emprender un viaje de regreso a sus orígenes cuando su madre muere. Vuelve desde México a Colombia para enfrentar sus fantasmas, especialmente la sensación de abandono que nunca se ha separado de ella."



Cubierta de la novela de Susana Corcuera, autora mexicana,  ambientada en México y Toulouse
     Sinopsis oficial"Una mujer baja los escalones que llevan a la orilla del río Garona, donde hace un tiempo vive un joven harapiento con un perro. Cuando se acerca, ella le toma la cara entre las manos y lo mira. La escena es extrañamente conmovedora.
¿Qué llevó a Thierry a abandonarlo todo para convertirse en vagabundo? Isabel y su esposo, cada uno a su manera, intentan descifrar los motivos de su hijo."

Reseñas 2x1: “ASÍ COMENZÓ NUESTRO OLVIDO” de Trudy Jordan y “LUCIÉRNAGAS” de Susana Corcuera
Hoy traigo al blog un 2x1 de autoras latinoamericanas, dos descubrimientos maravillosos que quiero compartir con vosotr@s. Os adelanto que ambas novelas me han encantado, pero en especial, he disfrutado mucho leyendo “Así comenzó nuestro olvido”, un texto que lo tiene todo, que me ha parecido fascinante, un texto al que no le sobra ni le falta nada de nada y una autora a la que voy a seguir muy de cerca.

"ASÍ COMENZÓ NUESTRO OLVIDO"
Trudy Jordan es una escritora y arquitecta colombiana afincada en México, país este último en el que ya ha publicado varios libros de cuentos agrupados en antologías. “Así comenzó nuestro olvido” (2023) es su primera incursión en el mundo de la novela, su ópera prima, y ¡menuda ópera prima! Para quitarse el sombrero. . .
Los puntos fuertes de la novela
✔ Un comienzo especial: Las primeras palabras, las primeras frases, los primeros párrafos son potentes, te atrapan, te agarran y no te sueltan en toda la lectura. Imposible no desear seguir adelante con interés y ganas de saberlo todo. Mirad. . . “así comenzó su novela”:
Dejé de escribir cuando él se fue y me dediqué a vivir. Han pasado treinta y dos años desde aquel día en que destruí hasta la más mínima huella de su existencia. A pesar de que el tiempo me hizo creer que había olvidado todo, el dolor que me acompaña ha revivido a cuentagotas los primeros años, las primeras decepciones y las historias que no estaban listas para ser sepultadas en las tumbas de sus protagonistas. 

✔ La trama es magnífica: la madre de Mina acaba de morir y esa muerte trae consigo una serie de inevitables decisiones que deberá tomar, como sumergirse en su pasado, reconstruir y dejar plasmado por escrito su recorrido, su vida, aunque para ello sea necesario ahondar en los recuerdos y peor aún, en su particular olvido que como el título de la novela nos indica hace tiempo había comenzado, y quizás descubrir si ese pretendido olvido llegó a buen puerto.
Las preguntas salen a borbotones: ¿Para qué recordar? ¿A quién le escribo esto? ¿Para qué? ¿Será para vaciar el dolor o justificarme? Qué importa, somos lo que recordamos e inventamos más de lo que vivimos. Por eso, aquí me encuentro: armando retazos del pasado que me permitan entender a la mujer en la que me he convertido.

La novela tiene dos partes: la primera en la que Mina, la benjamina de una familia de diez hermanos revive su niñez y adolescencia inmersa en un mundo patriarcal de padre machista y hombres que lo dominan todo. Una infancia y una adolescencia marcadas por las inseguridades y miedos, silencios y traiciones, revelaciones, la locura desatada del primer amor correspondido y la influencia que ejercen sobre ella las mujeres que la rodean y a las que tanto admira. Y la otra mitad en la que Mina es consciente de que necesita, ansía comenzar ese olvido para poder seguir adelante con su vida adulta, que lleva años paralizada, ahogada, asfixiada por la nostalgia, por la añoranza de lo que pudo haber sido y nunca fue.
Acaba de tomar una decisión. No tenía mayor explicación, era puro instinto: no seguiría construyendo mi vida en papel. Saldría a vivirla. Así comenzó nuestro olvido, pero iba a necesitar años para ponerle fin.

✔ Los personajes: son muy buenos, todos, bien construidos, los masculinos empezando por el autoritario padre, que es médico y siguiendo por el Obispo y su sobrino seminarista Santiago, que visitan regularmente la cautivadora mansión de Doña Ferní, la amiga libanesa de la madre. Allí se conocen Santiago y Mina, en esa casa-testigo de sus juegos amorosos. También los femeninos, la madre, figura transmisora de fortaleza y rebeldía silenciosa, Lisa, la novena de los hermanos, con la que además Mina mantiene una relación de amistad, camaradería y conexión emocional que durará toda la vida, su querida y adorada nana Ninín y, Doña Ferní, la que más secretos esconde y uno de los personajes mas importantes de la trama. Por supuesto el de la protagonista, está muy bien perfilado y es magnífico asistir de la mano de la propia Mina, a su evolución personal a través del paso de los años.
✔ ¿Novela autobiográfica? Según la autora la novela no es autobiográfica, por mucho que yo me lo haya preguntado en varias ocasiones durante la lectura, ya que la trama discurre entre dos países, Colombia, (el origen de la protagonista, así como el de Trudy Jordan), y México, país al que van a parar ambas también. Inventada en parte, en un contexto histórico de personajes ficticios y algunos hechos reales ocurridos entre la década de los ochenta y los noventa en Colombia, en México, en el mundo, pero sobre todo en Colombia: como la llegada del Papa Pablo VI a Bogotá en 1968 (primer Papa que pisó tierra latinoamericana) y otras tragedias sobre todo las que tuvieron lugar en el catastrófico año 1985 y que dejaron numerosos muertos por el camino: el terremoto de México, la toma del Palacio de Justicia de Bogotá por un comando guerrillero, la explosión del Volcán del Ruiz que destruyó la ciudad de Armero (¿quién no recuerda a la niña Omayra atrapada tres días entre el lodo mientras las cámaras de televisión transmitían en directo sus últimas horas de vida?) o el atentado realizado por el Cartel de Medellín ordenado por Pablo Escobar a un Centro Comercial en el 93. Por supuesto se alude a la guerra contra el narcotráfico y ese régimen del terror instaurado en el país que se cobró tantas y tantas víctimas.
Nos convertimos en una sociedad acostumbrada a la muerte. Su llegada no nos escandalizaba, ni siquiera en las situaciones más absurdas: masacres, secuestros, bombas, mutilaciones, descuartizamientos, fosas comunes de cuerpos sin identidad. Nos curtimos del dolor que causan la violencia, la inseguridad y la desazón.

✔ Una historia de amor entrañable sin tintes rosas ni ñoñerías que nos hace reflexionar sobre la importancia del primero, ese que suele quedar grabado a fuego en nuestro corazón por mucho que el paso del tiempo nos lleve quizás a idealizarlo en nuestra cabeza. Y una balanza donde sopesar los dos tipos de amores: el exaltado y pasional, que bombea tu corazón a mil por hora pero que está alimentado únicamente de pensamientos y recuerdos del pasado, de lo que fue y quizás ya nos es, o el actual, el real, construido a través de la convivencia, del conocimiento mutuo que aporta el día a día y une de forma consolidada. Una novela con olvidos y silencios, ausencias y abandonos inesperados silenciados, acallados, pero también con emocionantes reencuentros. 
He llegado a pensar que no se puede seguir amando en la ausencia del otro, que simplemente nos aferramos a la idea del amor que alguna vez sentimos y nos confundimos con el verdadero amor, el que se construye de presente, de caricias, de compañía, de desacuerdos y reconciliaciones.

✔ La prosa: fantástica, bonita, cuidada que por supuesto contribuye a aumentar el disfrute lector. 
Hoy es uno de esos días en que el desasosiego decidió escaparse para molestarme como si fuera un niño, habla muy fuerte y me echa en cara los olvidos, brinca a mi alrededor y me llena de ansiedad. También me persigue con sus porqués: ¿por qué pasan los años?, ¿por qué llegas a enamorarte?, ¿por qué después de varios lustros aún me perturba pensar en él?.

Un final pleno: de esos que te dejan totalmente satisfecha, en todos los aspectos. Un final que la autora se saca de la manga y que viene a completar la redondez de la novela. En mi cabeza yo solo contemplaba los dos extremos, las dos opciones finales, pero resulta que había otro posible desenlace intermedio más realista, aunque menos romántico.
No me quedaron lágrimas y entendí que el alma era el lugar en donde se localizaba el sufrimiento amoroso.


"LUCIÉRNAGAS"
Susana Corcuera (Ciudad de México, 1964) es una escritora, traductora y académica mexicana, que ha publicado seis libros (cuatro novelas y dos de cuentos) e imparte cursos de Literatura Universal y talleres de Creación Literaria en su país. Además, trabaja como traductora de inglés y francés. De entre sus cuatro novelas, quedó finalista del Premio Azorín 2005 con “Llegó oscura la mañana” (2006) y también fue nominada para el Premio Casa de las Américas 2011, con “La memoria de las manos” (2012). Luciérnagas ha sido publicada en 2023.
Los puntos fuertes de la novela
 Una trama también magnífica: la historia la cuenta Isabel, la protagonista, y alterna capítulos entre el presente y los recuerdos del pasado. En el momento presente reside en Toulouse, Francia, con su marido Gilles y su hijo Thierry de diecinueve años, que hace unos meses se ha ido de casa prácticamente con lo puesto y sin mediar explicación alguna, para vivir debajo del puente del río Garona. Ha elegido por voluntad propia convertirse en un vagabundo.
En el hilo del pasado bucea a través de su su infancia en la Hacienda de los Carvajal, Luciérnagas, en Yucatán (México) con sus padres, sus hermanos y su tío Luis, una especie de ermitaño que vive algo recluido, aislado del resto de la familia. Una Hacienda impregnada de cierta magia, rodeada e inmersa en frondosa vegetación, con una torre y una luz que se enciende misteriosamente por las noches, con un río, un laberinto de piedra y un “patio de esclavos” usado en esa época para los indigentes, ya que los antepasados de la familia sí tenían esclavos y ejercían la violencia sobre ellos para doblegarlos.
Mi propio padre fue culpable de la muerte de mucha de su gente. No asesinó a nadie con las manos, que yo sepa, pero las condiciones de vida de sus empleados eran inhumanas. Y antes de él, mi abuelo y antes, mi bisabuelo, y así en cada generación, hasta donde se remontan los datos. Los archivos de los Carvajal son un recuento de brutalidades.

✔ Temas que aborda: el mayoritario, para mí es la búsqueda por parte de Isabel, de la madre, de los motivos por los que Thierry se ha convertido en un vagabundo. Quizás ellos se hayan equivocado en su educación, porque ¿qué puede llevar a un chico que lo tiene absolutamente todo, dinero, incluso el amor incondicional de unos padres que le adoran, a romper con su vida para irse a vivir debajo de un puente? En realidad Thierry tampoco lo sabe. Él solo sabe que siente un vacío existencial que lo llena todo, pero no conoce los motivos y pretende encontrar respuestas, encontrarse a sí mismo y para ello debe de salir de su zona de confort, exponerse al límite. 
Hay quienes nacen con un agujerito en el corazón. Thierry siente que él nació con un hueco en el alma. De niño, el vacío duraba lo mismo que el crepúsculo. Durante ese lapso era como si una mano le apretara la garganta. En la adolescencia se manifestaba con la sensación de que el mundo era un lugar que él observaba desde afuera. Pensaba que el huequito se cerraría con los años, pero el día en que cumplió veinte se despertó sabiendo que sucedía lo contrario.

Él no es el único vagabundo que sale en la novela, está su amigo “el Ajedrecista” que también se hará amigo de Isabel y le ayudará a entender que puede estar pasando por la cabeza de su hijo. Según el Ajedrecista hay varios tipos de vagabundos, y tanto Thierry como él pertenecen a los que “vagan por el mundo” 
Él lo dejó por razones económicas, su forma de ganarse la vida no da para lujos. Luego le explicó la diferencia entre vagabundos, clochards y sin techo. Los primeros vagan por el mundo sin ataduras, como él. Los segundos suelen ser adictos y a menudo tienen problemas mentales. En cuanto a los últimos, viven en las calles porque no tienen alternativa y, en general, acaban de clochards.

Además la novela toca otros temas, como el respeto a los demás, a sus opiniones y a sus decisiones nos gusten o no, a la libertad de poder decidir sin sentirnos atados ni presionados, sin miedos o culpas por no querer hacer daño a otros, ya que las elecciones personales no solo afectan a esa persona que la toma, sino que pueden afectar e influir en las vidas de todos los de su entorno más cercano. La autora también ha querido plasmar esa violencia imperante en México, y la violencia gratuita, la falta de empatía de las personas hacia los que no piensan igual, o no son o creemos que no son como nosotros, hacia los inmigrantes, lo que viene siendo racismo y xenofobia.
✔ Una curiosidad: cuenta la autora que la novela está inspirada en una escena que presenció en Toulouse, la ciudad donde vivió un tiempo por motivos personales y familiares"todos los días al lado del Río Garona me encontraba con un vagabundo, de unos veinte años, que hubiera podido ser cualquiera de mis hijos, bueno, más trapiento, y me decía con mucha amabilidad “buenos días, señora” y me veía a los ojos. Me caía muy bien, se me hacía un vagabundo amable y empático, y un día estaba recargada viendo el río, y veo a una mujer muy elegante bajar la escalera hacia el río, se puso un mantel y armó ahí un desayuno y el vagabundo estaba frente a ella, entonces le agarró la mano y le acarició la cara, me conmovió mucho la escena, cuando subió el vagabundo y cuando subió la mujer me di cuenta de que eran igualitos, y ahí descubrí que era su mamá".✔ Personajes también muy buenos: los protagonistas son la madre, Isabel y el hijo, Thierry y se profundiza en ellos, están muy bien perfilados. Thierry intentando encontrarle sentido a su vida, e Isabel intentando darle una explicación a la vida que ahora lleva su hijo, echando la vista atras en el pasado familiar, intentando dar con las claves. Los hermanos de Isabel y tíos de Thierry, Juan, el mayor y el preferido de Isabel que en la actualidad también lo va a dejar todo para llevar a cabo un proyecto social en la Selva Lacandona, Agustín, el menor de los hermanos, un apasionado de la ciencia que siempre estaba buscando bichos nocturnos y persiguiendo a las luciérnagas. Isabel rememora las andanzas de los tres cuando eran pequeños, siempre juntos explorando todos los recovecos de la enigmática y misteriosa Hacienda.
Luciérnagas estaba llena de fantasmas: los muebles amanecían fuera de su lugar o nuestra ropa en charcos. Por si fuera poco, en época de huracanes oíamos a alguien rodar por la escalera que comunicaba la cocina con el patio de servicio. Que comunica, porque, por lejana que me parezca aquí, la casa existe y está habitada. Al estruendo de la caída seguía un lamento largo y triste. Así como reconocíamos el ánima de una anciana por su risa, por el llanto de este fantasma sabíamos que había sido un esclavo.
Tener un hijo vagabundo no es un drama. Un drama sería que tuviera tuberculosis o que fuera un asesino.

¿Os recomiendo leer estas novelas? Por supuesto, ambas merecen mucho la pena: porque tienen en común una prosa especial, preciosa (más aún la de Trudy Jordan), un argumento curioso que te engancha (más aún la de Trudy Jordan), y porque ambas tienen ese toque tan peculiar que impregnan los textos de las autoras sudamericanas. 
He leído estas dos novelas junto a mi gran amiga Marianna del blog Los libros de Mava, dos lecturas más para meter en la saca de nuestro Club de lectura particular MavaMar. Si os apetece o tenéis curiosidad por saber si ella las ha disfrutado tanto como yo, podéis hacerle una visita y leer su reseña AQUÍ, seguro que no os arrepentiréis. 
Mi nota esta vez es la máxima, para ambas, y para variar, dicho sea irónicamente:
Reseñas 2x1: “ASÍ COMENZÓ NUESTRO OLVIDO” de Trudy Jordan y “LUCIÉRNAGAS” de Susana Corcuera

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