Revista Educación

Ser bueno

Por Siempreenmedio @Siempreblog
Ser bueno

Lo confieso. Yo también tengo un problema con las adicciones. Ojalá al menos las encadenara, pero muchas veces no he salido de una que ya estoy con otra. Ahora mismo, tan enfrascado que estoy con las series que hasta he empezado a pagar Netflix, no consigo librarme tampoco de los podcasts. Y aquí sí que hay mierda de la buena. No digo que con las series todo sea primera calidad, pero hasta en las telenovelas turcas hay presupuesto para producción. El podcast es crudo. Duro. Lo cortan con cualquier mierda y lo cuelgan en iVoox sin criterio ni misericordia*.

Aunque esta adicción me hace tambalear con frecuencia también existen las ocasiones en que me ofrece un puerto seguro en el que atracar. Así estaba oyendo el otro día "Si sí o si no". Este es puerto seguro porque el podcast dura media hora, es de Jorge Ponce y Bob Pop, lo produce la Cadena SER y el invitado era Iggy Rubin. Descanso para mi alma sin ninguna duda. La emisión de ese día giraba en torno al concepto de bondad. Bondad sí o bondad no. Si sí o si no a la bondad. Cortito y al pie. El invitado se posicionó a favor de la bondad porque, según él, es necesario tener más imaginación para ser bueno que para no serlo. Y la imaginación está bien. Compré el razonamiento, sin duda. Me pareció incluso brillante. Pero eché en falta algo más de debate. Visto el panorama actual esperaba escuchar algún argumento pro-maldad. No pretendo apresurarme en la toma de decisiones pero, imbuido de este espíritu buenista, decidí no enlazar la escucha de esta emisión con otra. Apagué el móvil y disfruté del silencio de mi cabeza uno o dos milisegundos.

Sí, se necesita imaginación para ser bueno. Y la imaginación requiere inteligencia. Porque se puede no ser bueno por miedo, por instinto de supervivencia, por falta de conocimiento y/o conocimientos. Es más, estoy bastante convencido de que la mayoría de las maldades tienen estas tres causas. Pero la maldad bien entendida también es imaginativa e inteligente. Porque si, por ejemplo, soy capaz de imaginar que el tipo que esa mañana me adelantó con el coche de mala manera tenía prisa por llegar al aeropuerto también puedo imaginar que solo era un hijoputa que lo que quería era tirarme de la moto. O si veo a alguien a quien le ha ido rematadamente mal en la vida igual puedo imaginar que ha sido por mala suerte que porque es un inconsciente sin remedio. Si no tienes ni puta idea de por qué alguien se metería en una patera a cruzar el Mediterráneo puedes imaginar que lo está pasando fatal en su tierra o que es un cabrón que viene a joderte. Al final con la imaginación no basta para ser bueno. Al final hay que elegir.

Después de un rato, gracias a Dios, recordé que Iggy Rubin también tiene un podcast, Comedia Perpetua. Así que elegí dejar de comerme la cabeza.

Ser bueno

Tengo las orejas en carne viva.

*Lo sé de buena tinta. Tuve uno. Hablaré de eso otro día.


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