Revista Espiritualidad

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Por Ktikaa @XKRedes
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Vientos largos ensartados en el hilo de canutillos , respiros, mi piel empieza a ser de acuarelas a deliniarse el orígen de cada suceso.
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Las emociones son contagiosas. Pág. 188 libro Sobre natural de Bruce .Hood
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Holograma de esta realidad corpórea increíblemente aparente... Apariencias!
# -00108,00c IIDejando ir, los entre-seres de lo predecible, absurdo vampiros chupadores de energía tan solo desgastan la última gota de vida. 

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Doce y diez sí siete ,
subo la mírada;
las ofertas de la semana, el especial del día
diez y nueve sí nueve
Anuncio gastado, las peras verdes
Encuentra de todo un poco,
hay corazónes, hombres y vida
que son siempre una dulce sorpresa por descubrir
como en botica se encuentra sanación en ellos.
Un abrazo un ambiente cálido;
“bienvenido”, “pase adelante”,
“está en su casa”, “regrese pronto, otro día”
Curiosos , exploradores, fascinantes, semilla de pera
Cerrados para la meditación
vacío en discordia,
sencillos, elocuentes, engimáticos.
Porque en un HOMBRE así da, no te quita,
Sólo si regresa pide ser tuyo como la última vez.
Seis de la tarde,
media noche ... 

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Todo viaje, aunque tenga mil leguas, comienza con un solo paso. Lao Tse + +


 “Escribo para vivir, escribo por vicio, escribo para reír, escribo para reconstruir lo que pierdo y volver a tenerlo, escribo para poner cada cosa en su lugar, escribo para multiplicar la vida, escribo para comunicarme mejor, escribo para seducir, escribo para amar, para polemizar, yo qué sé… Escribo, en fin, por las mismas razones que leo.”Imma Monsó

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““Si yo pudiera satisfacer a un auditorio como lo haces tú, si me acompañara la contundencia del gesto, de la voz, de la mirada, si tuviera tu capacidad de improvisación, ¿qué más podría necesitar?” Cuando ella le elogiaba esta habilidad, él, en consecuencia, se dedicaba a desacreditarla: “La palabra es sucia”, le decía. Está impregnada del engaño de la seducción. En cambio, la palabra escrita es limpia.
Ah… Pero eso a ella le daba igual, limpia o sucia, habría deseado poseer el don de la palabra elocuente, justa, improvisada, que las frases le fluyeran bellas y cargadas de sentido a la vez. ¡Le habría gustado tanto tejer palabras que a continuación se llevara el viento, seducir con la palabra que envuelve el gesto y la mirada y las manos y la voz, siempre la voz!”.[5] Monsó, Imma. Un hombre de palabra. 2006 Santillana. Pág.132

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+ Las ratoneras en la presidencia
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A UN ÁRBOL¡Cuantos recuerdos para mi alma encierra
El pedazo de tierra
Donde derrama el viento vagaroso
La fresca lluvia de tus blancas flores,
Árbol querido, amigo cariñoso
Del arruinado hogar de mis mayores!
Por eso, aunque a tu lado indiferentes
Pasan sin verte las extrañas gentes,
Yo detengo mi paso, y te contemplo
Con el respiro cándido y piadoso
Que me inspiraba en la niñez un templo;
Con la profunda, inagotable pena,
Con el hondo dolor, inmenso y mudo,
Que hay en mi corazón cuando saludo
De mi madre la amada sepultura;
Con la inmensa ternura
Que el alma me enajena
Cuando mi labio toca de mis hijos
La blanca frente, inmaculada y pura.* * *Ni el risueño verdor de tu ramaje,
Ni la frescura de tu grata sombra,
Ni las flores que esmaltan tu follaje,
Ni la tupida alfombra
Que se extiende a tu pie, ni el paisaje
Que en torno tuyo su esplendor despliega,
Ni la banda de pájaros que llega
A cantar en tu copa sus amores,
Ni nada, en fin, de cuanto te hace hermoso,
Sombra, ramaje, pájaros ni flores,
Alcanza a dar a mi alma
Ese suave reposo,
Esa tranquila y apacible calma,
Ese dulce contento
Que cuanto vive junto a ti, respira.
Al contemplarte, un vago sentimiento
Se apodera de mí, mi alma suspira,
Inclino la cabeza
Bajo el peso crüel de la tristeza,
Viene el llanto a mis ojos,
Y lleno de dolor y de respeto,
Y de amargura el corazón repleto,
Quiero caer de hinojos
Ante tu añejo tronco carcomido
Y regar con mi llanto
El terreno querido
Que cariñoso abrigas con tu manto…* * *Tus ramas dieron sombra a la modesta,
Honrada cuna de mi padre amado;
Los dulces cantos que en perpetua fiesta
Pueblan tu copa, vienen de las aves
Que con trinos süaves
Su sueño hicieron blando y regalado;
Sobre la verde grama
Que cubre tu raíz, jugó de niño;
De afán llenando el maternal cariño,
Con arrojo infantil dobló la rama
Que tus sabrosos frutos le ofrecía,
Y tu alta copa coronó atrevido
Por alcanzar, temblando de alegría,
De las palomas el oculto nido;
Aquí al nacer el día
Y al declinar la tarde, le enseñaba
Las primeras cristianas oraciones,
Con cariñoso afán, su dulce madre,
Y del trabajo y la honradez le daba
Las primeras benéficas lecciones,
Sobre el arado, el laborioso padre;
¡Ay, y tal vez bebieron tus raíces
Su quemadora lágrima primera,
Esa temprana lágrima vertida
Al dar eterno adiós a las felices
Horas de la niñez, que son la vida!* * *¡Cuántas veces por ti, por ser tu dueño,
Mi alma, que mira sin envidia el oro,
Se entrega con ardor al loco sueño
De encontrar de repente un gran tesoro!
Y ¡cuántas veces lloro
Al ver que mano amiga, y noble y buena,
Mas siempre mano ajena,
Recoge la primicia de tus flores;
De esas flores queridas,
Cargadas de suavísimos olores
Y de nieves vestidas
En otro tiempo con amor vertidas
Por nuestra dulce, eterna primavera,
Sobre el modesto hogar de mis mayores!* * *¡Si fueras mío, si legar pudiera
a mi esposa, a mis huérfanos hermanos,
a mis amados, inocentes hijos,
un hogar que tu sombra recibiera!
Yo labraría con mis propias manos,
Libre de los prolijos,
Vanos cuidados que me impone el mundo,
La risueña heredad que te rodea;
La rústica tarea,
De paz y dicha manantial fecundo,
El modesto sustento me daría
Que apenas pido a la bondad del Cielo;
Y quién sabe si entonces sí alzaría
A tus campos de luz ¡oh Poesía!
El alma inquieta su soñado vuelo.* * *En torno al viejo tronco reunidos
Oyeran de mis labios consumidos,
Los seres que amo, la sencilla historia
De mis padres queridos,
Guardada con amor en mi memoria.
La amada historia, de virtud ejemplo,
El evangelio del hogar sería,
Y a tu sombra tendría
El tierno culto, venerado templo.* * *Pero, ¡ay! ¿a qué soñar, si mi esperanza
Es como el humo azul y perfumado
Que del altar hacia los cielos sube,
Primero densa nube
Que en blandos copos majestuosa avanza,
Después débil nublado,
Y a medida que crece,
Sombra no más que al fin se desvanece
Dejando sólo ambiente embalsamado?
¿A qué soñar? Cual mira el peregrino
Que del santuario donde oró se aleja,
El santo techo que por siempre deja,
Así te miro yo desde el camino
A cuya orilla te alzas majestuoso,
Árbol querido, amigo cariñoso
Del arruinado hogar de mis mayores,
De sus dichas testigo,
Y testigo también de sus dolores;
Y así como piadoso
Bendice el peregrino al templo santo,
Con gratitud y amor yo te bendigo
En este triste y cariñoso canto.* * *
Guarde del huracán tu copa el Cielo;
A tu pie forme el suelo
De verde césped delicada alfombra;
A seres buenos y felices guarde
Contra el ardor del sol tu fresca sombra;
Busquen aromas en tus blancas flores
Las brisas de la tarde;
El sol de la mañana sus fulgores
Derrame con amor sobre tus hojas;
Plateados resplandores
Te dé la luna; la risueña fuente
En cuyas linfas tus raíces mojas,
Renueve sin descanso tu verdura,
Y te halague al rumor de su corriente;
Formen tu casto nido en la espesura
De tu  verde ramaje,
Avecillas que canten con dulzura
Y vistan rico, espléndido plumaje;
Jamás el rayo sobre ti descienda;
Nunca en tus hojas el incendio prenda;
Jamás el hacha ultraje
Tu rugosa corteza, ni pretenda
El despiadado leñador herirte;
Y si llegare a permitir el Cielo
Que puedan abatirte,
Empuñe el hacha que te arrastre al suelo,
De algún honrado labrador la mano,
Y den tus secas ramas,
Si al furor las entregan de las llamas,
Calor y lumbre en un hogar cristiano.1881-Fidel Cano +
(Gente maicera, de Benigno Gutiérrez, 1950)

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Cuando uno es joven, debe ser revolucionario, no sólo rebelarse… ser psicológicamente revolucionario significa no aceptar ningún modelo.” (J. Krishnamurti)
Jiddu Krishnamurti, es considerado como uno de los grandes filósofos de los tiempos modernos, así como religioso sin religión, orador, escritor y educador.Nació en Madanapalle, al sur de la India, el 12 de mayo de 1895 y murió el 17 de febrero de 1986 en Ojai, California, Estados Unidos de América. Educado por la Sociedad Teosófica, renunció a dicha Sociedad tras el discurso de disolución de la Orden de la Estrella en el que afirmaba: “La verdad es una tierra sin caminos”.A partir de esta renuncia comenzó su propio camino de difusión de lo que se conoce como sus Enseñanzas. A lo largo de su vida habló en diferentes partes del mundo, tanto en grandes audiencias públicas, como en diálogos personales con científicos, líderes religiosos, políticos, psiquiatras, educadores y gente común de la calle. Entre ellos podemos nombrar a Jawaharlal Nehru, Leopoldo Stokowski, Aldous Huxley, Bernard Shaw, el Dalai Lama, David Bohm, Maurice Wilkins.A través de las Fundaciones, que él mismo creó, se han publicado más de sesenta libros en donde se expone su amplio mensaje hacia una comprensión total del ser humano. También fundó varias escuelas con el propósito de generar una educación que llevara al estudiante y a los profesores a descubrir el arte de vivir y el verdadero significado de la vida misma.Encargó a Mary Lutyens el trabajo de confeccionar su extensa biografía y, en cuatro tomos, ella hace un relato verdaderamente exhaustivo de la profunda experiencia espiritual que a la edad de 27 años transformó por completo la vida de Krishnamurti. A partir de ahí, y como un hombre totalmente libre de ataduras, nos brinda todo su saber en la búsqueda de la verdad, despojada de doctrinas y dogmas. +
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Tratak es una técnica de visualización que se hace concentrando nuestra percepción de forma natural en el entrecejo, justo entre los dos ojos, encima de la hipófisis, en el sitio denominado por los médicos neurohipófisis, prácticamente sin concentrarnos, logramos una profunda concentración ya que deja una impresión prostetiniana que dura unos cuantos segundos y se supone que este sitio esta conectado con la glándula pineal que segrega una sustancia llamada melatonina, que tiene la capacidad de regenerar y rejuvenecer todo el sistema glandular. 
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Así a través de tratak nos beneficiamos física, mental y emocionalmente. Podemos recibir diferentes experiencias de colores y visiones, pero eso no es muy importante, lo importante es que nos ayuda a aumentar el poder de concentración, produciéndonos un estado sicológico de calma a cambio de una atención dispersa. Nos ayuda fisiológicamente estimulando las secreciones glandulares, aquieta y calma cuerpo y mente, por lo tanto practiquemos tratak lo cual será un estimulo para nuestra meditación diaria.Tratak es una practica que se realiza en oriente hace mas de cinco mil años .Para escuchar la práctica de click Aquí"El Amor es la fuerza más humilde, pero la más poderosa de que dispone el ser humano." Gandhi
He llegado a el cambio para ser de nuevo yo el despertar de la consciencia y el contacto con el yo superior de la TRE
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Carlos Gómez de LunaContempla con ojos radiantes el mundo que te rodea, porque los mayores secretos se esconden siempre donde menos se piensa. El que 
no cree en la magia nunca la encontrará.
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Las casas de los alfareros los Yoes.
La extirpación del YO...
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AliceLa utopía del PsiconautaPuertas de la PercepciónPartido CannabisCielo e Infierno
El trance turquesa...
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Piedras hipnoticas para curar , gemas brillantes.  Personalidad Kalkiana (Gnosis)Las patas de las aves en Galápagos, el mar de San Andrés... Los ojos del judío que por cierto eran tan fuertes que se veían aun em medio su nariz de gigante. el pañolon con un agujero de incienso, los rituales con petalos de ortensias, las nubes con el cielo de esta mañana, sueños reveladores que aun no sé descifrar. la bufanda en el cajón , las alquimias de azufre y mercurio en explosión... 
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Tantos amores que resultaron desamores la habían dejado cansada y algo marchita , vaya es que ella era en algo una mujer flor, una buena noche quedo dormida por mas de veinticuatro horas donde los sueños de fuego la convirtieron en dragón, antes fue loba, y luciérnaga, y una que otra vez se transformaba en lo que quería un día la llamaron perra y ella no se ofendió. Las brujas las gatas, las zorras y las lobas eran títulos que algunos seres habían puesto a las mujeres para descalificarlas en verdad cuando la trasmutación era su actividad favorita, poder alquímico que le había otorgado los registros del sol, y las observaciones al el que hizo desde pequeña cada madrugada al ir al colegio. 
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Ska pastoraLos dragones no se extinguieron solo aprendieron a volar a su planeta de orígen. Las rosas azules fueron arroncadas por los seres que viven en el centro de la tierra esta operación fue en contra de gravedad una misión en la que trabajaron los seres del mundo gaseoso hace unos mil años , los pétalos de estas rosas tienen decodificados los más altos secretos y misterios de los amores entre hombres y mujeres. 
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Cuando las personas mueren en la tierra deben comprender que hay una escalera con los mismos colores del arcoiris y en verdad solo cambiamos de jardín. En la gran mayoría de humanos las lágrimasson parte del duelo ya que ellas colaboran con el fertilizante para crecer en otro suelo.Somos semillas. 
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Caperucita Roja
 
 

Ese día encontré en el bosque la flor más linda de mi vida. Yo, que siempre he sido de buenos sentimientos y terrible admirador de la belleza, no me creí digno de ella y busqué a alguien para ofrecérsela. Fui por aquí, fui por allá, hasta que tropecé con la niña que le decían Caperucita Roja. La conocía pero nunca había tenido la ocasión de acercarme. La había visto pasar hacia la escuela con sus compañeros desde finales de abril. Tan locos, tan traviesos, siempre en una nube de polvo, nunca se detuvieron a conversar conmigo, ni siquiera me hicieron un adiós con la mano. Qué niña más graciosa. Se dejaba caer las medias a los tobillos y una mariposa ataba su cola de caballo. Me quedaba oyendo su risa entre los árboles. Le escribí una carta y la encontré sin abrir días después, cubierta de polvo, en el mismo árbol y atravesada por el mismo alfiler. Una vez vi que le tiraba la cola a un perro para divertirse. En otra ocasión apedreaba los murciélagos del campanario. La última vez llevaba de la oreja un conejo gris que nadie volvió a ver.Detuve la bicicleta y desmonté. La saludé con respeto y alegría. Ella hizo con el chicle un globo tan grande como el mundo, lo estalló con la uña y se lo comió todo. Me rasqué detrás de la oreja, pateé una piedrecita, respiré profundo, siempre con la flor escondida. Caperucita me miró de arriba abajo y respondió a mi saludo sin dejar de masticar.– ¿Qué se te ofrece? ¿Eres el lobo feroz?Me quedé mudo. Sí era el lobo pero no feroz. Y sólo pretendía regalarle una flor recién cortada. Se la mostré de súbito, como por arte de magia. No esperaba que me aplaudiera como a los magos que sacan conejos del sombrero, pero tampoco ese gesto de fastidio. Titubeando, le dije:– Quiero regalarte una flor, niña linda.– ¿Esa flor? No veo por qué.– Está llena de belleza –dije, lleno de emoción.– No veo la belleza –dijo Caperucita–. Es una flor como cualquier otra.Sacó el chicle y lo estiró. Luego lo volvió una pelotita y lo regresó a la boca. Se fue sin despedirse. Me sentí herido, profundamente herido por su desprecio. Tanto, que se me soltaron las lágrimas. Subí a la bicicleta y le di alcance.– Mira mi reguero de lágrimas.– ¿Te caíste? –dijo–. Corre a un hospital.– No me caí.– Así parece porque no te veo las heridas.– Las heridas están en mi corazón –dije.– Eres un imbécil.Escupió el chicle con la violencia de una bala.Volvió a alejarse sin despedirse.Sentí que el polvo era mi pecho, traspasado por la bala de chicle, y el río de la sangre se estiraba hasta alcanzar una niña que ya no se veía por ninguna parte. No tuve valor para subir a la bicicleta. Me quedé toda la tarde sentado en la pena. Sin darme cuenta, uno tras otro, le arranqué los pétalos a la flor. Me arrimé al campanario abandonado pero no encontré consuelo entre los murciélagos, que se alejaron al anochecer. Atrapé una pulga en mi barriga, la destripé con rabia y esparcí al viento los pedazos. Empujando la bicicleta, con el peso del desprecio en los huesos y el corazón más desmigajado que una hoja seca pisoteada por cien caballos, fui hasta el pueblo y me tomé unas cervezas. "Bonito disfraz", me dijeron unos borrachos, y quisieron probárselo. Esa noche había fuegos artificiales. Todos estaban de fiesta. Vi a Caperucita con sus padres debajo del samán del parque. Se comía un inmenso helado de chocolate y era descaradamente feliz. Me alejé como alma que lleva el diablo.Volví a ver a Caperucita unos días después en el camino del bosque.– ¿Vas a la escuela? –le pregunté, y en seguida caí en la cuenta de que nadie asiste a clases con sandalias plateadas, blusa ombliguera y faldita de juguete.– Estoy de vacaciones –dijo–. ¿O te parece que éste es el uniforme?El viento vino de lejos y se anidó en su ombligo.– ¿Y qué llevas en el canasto?– Un rico pastel para mi abuelita.– ¿Quieres probar?Casi me desmayo de la emoción. Caperucita me ofrecía su pastel. ¿Qué debía hacer? ¿Aceptar o decirle que acababa de almorzar? Si aceptaba pasaría por ansioso y maleducado: era un pastel para la abuela. Pero si rechazaba la invitación, heriría a Caperucita y jamás volvería a dirigirme la palabra. Me parecía tan amable, tan bella. Dije que sí.– Corta un pedazo.Me prestó su navaja y con gran cuidado aparté una tajada. La comí con delicadeza, con educación. Quería hacerle ver que tenía maneras refinadas, que no era un lobo cualquiera. El pastel no estaba muy sabroso, pero no se lo dije para no ofenderla. Tan pronto terminé sentí algo raro en el estómago, como una punzada que subía y se transformaba en ardor en el corazón.– Es un experimento –dijo Caperucita–. Lo llevaba para probarlo con mi abuelita pero tú apareciste primero. Avísame si te mueres.Y me dejó tirado en el camino, quejándome.Así era ella, Caperucita Roja, tan bella y tan perversa. Casi no le perdono su travesura. Demoré mucho para perdonarla: tres días. Volví al camino del bosque y juro que se alegró de verme.– La receta funciona –dijo–. Voy a venderla.Y con toda generosidad me contó el secreto: polvo de huesos de murciélago y picos de golondrina. Y algunas hierbas cuyo nombre desconocía. Lo demás todo el mundo lo sabe: mantequilla, harina, huevos y azúcar en las debidas proporciones. Dijo también que la acompañara a casa de su abuelita porque necesitaba de mí un favor muy especial. Batí la cola todo el camino. El corazón me sonaba como una locomotora. Ante la extrañeza de Caperucita, expliqué que estaba en tratamiento para que me instalaran un silenciador. Corrimos. El sudor inundó su ombligo, redondito y profundo, la perfección del universo. Tan pronto llegamos a la casa y pulsó el timbre, me dijo:– Cómete a la abuela.Abrí tamaños ojos.– Vamos, hazlo ahora que tienes la oportunidad.No podía creerlo.Le pregunté por qué.– Es una abuela rica –explicó–. Y tengo afán de heredar.No tuve otra salida. Todo el mundo sabe eso. Pero quiero que se sepa que lo hice por amor. Caperucita dijo que fue por hambre. La policía se lo creyó y anda detrás de mí para abrirme la barriga, sacarme a la abuela, llenarme de piedras y arrojarme al río, y que nunca se vuelva a saber de mí.Quiero aclarar otros asuntos ahora que tengo su atención, señores. Caperucita dijo que me pusiera las ropas de su abuela y lo hice sin pensar. No veía muy bien con esos anteojos. La niña me llevó de la mano al bosque para jugar y allí se me escapó y empezó a pedir auxilio. Por eso me vieron vestido de abuela. No quería comerme a Caperucita, como ella gritaba. Tampoco me gusta vestirme de mujer, mis debilidades no llegan hasta allá. Siempre estoy vestido de lobo.Es su palabra contra la mía. ¿Y quién no le cree a Caperucita? Sólo soy el lobo de la historia.Aparte de la policía, señores, nadie quiere saber de mí.Ni siquiera Caperucita Roja. Ahora más que nunca soy el lobo del bosque, solitario y perdido, envenenado por la flor del desprecio. Nunca le conté a Caperucita la indigestión de una semana que me produjo su abuela. Nunca tendré otra oportunidad. Ahora es una niña muy rica, siempre va en moto o en auto, y es difícil alcanzarla en mi destartalada bicicleta. Es difícil, inútil y peligroso. El otro día dijo que si la seguía molestando haría conmigo un abrigo de piel de lobo y me enseñó el resplandor de la navaja. Me da miedo. La creo muy capaz de cumplir su promesa. Cuentista Colombiano , Triunfo Arciniegas + Blog  "De otros Mundos" aquí
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Bailando con mi sombra he caído al agua, he encontrado el mundo de los muertos todos alegres danzaban a la luna una luz azul profunda, los hacia ver como seres indelebles , delineados, para la fiesta lleve un ramo de flores. Incluso la paloma de mi espíritus la recobre allí estos seres son muy atrayentes. 
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+ +En suma, desde pequeño, mi relación con las palabras, con la escritura, no se diferencia de mi relación con el mundo en general. Yo parezco haber nacido para no aceptar las cosas tal como me son dadas.
Julio Cortázar +
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Dancé tanto hasta convertirme en pez... (pez bailarina)
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Cuando las hadas del bosque tocan sus flautas los vientos construyen sinfonías, ellas no tienen partituras solo cantan por medio de la boquilla, los vientos del norte hacen lo demás. Las octavas superiores hacen que los mares se pongan inquietos y todos los seres marinos se despiertan para recordar la bendición de la vida azul.

Cailitin by Boggleboy

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Tu voz por el teléfono tan cerca y nosotros tan distantes,
tu voz, amor, al otro lado de la línea y yo aquí solo, sin ti, al otro lado de la luna,
tu voz por el teléfono tan cerca, apaciguándome, y tan lejos tú de mí, tan lejos,
tu voz que repasa las tareas conjuntas,
o que menciona un número mágico,
que por encima de la alharaca del mundo me habla para decir en lenguaje cifrado
     que me amas.
Tu voz aquí, a lo lejos, que le da sentido a todo,
tu voz que es la música de mi alma,
tu voz, sonido del agua, conjuro, encantamiento.

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Elias de Valley Stridder by Boggleboy

Hay un mago de grandes manos que tiene en medio de una de ellas un planeta profundo pintado de café y azul.
Hay un planeta que se creyo el centro de algo tenía razón estaba allí en las manos de un mago caprichoso que experimenta con los seres de allí todo el tiempo, ha contratado un duende el famoso duende Elías adornado de cuanta rama y pedazo de arete de esos que las mujeres pierden en las calles y ocasional -mente en las salidas de afán de sus casas , adornos que el valora mucho, tiene cientos de ellos y cada día estrena halájas encontradas. las brilla y limpia como tesoros algunos son amuletos para ceremonias y rituales especiales, este duende lo ha contratado el mago de manos grandotas que tienen el planeta azul con cafe en medio de su mano, para crear algo que permita hacer el mayor experimentos con aquellos seres habitantes del planeta azul con café llamado Tierra por algún científico ciego, otro llamo a los seres seres vivos dejando de lado millones de vidas que no estan clasificadas en este grupo, muchos vivos se consideran inertes así entre paradojas y mentiras han crecido e involucionado . Los primeros seres creados han sido los llamados seres humanos en la cadena de evolución han pensado siempre los pobresitos ilusionados en tener la corona , no se dan cuenta que muchos seres son mas evolucionados que ellos no solo en condiciones fisicas bastante evidentes si no a contrario de lo que ellos creen en desarrollo del lenguaje, la sensualidad la resolucion de problemas. Mientras el ser humano se siga creyendo todas las mentiras que le enseñan , mientras su ego y su arrogancia no le dejen ver las multiples realidades seguirá condenado a repetirse a andar en circulos huecos, vacíos insipientes. SCAg

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by Vyrilien
Primero está la soledad.
En las entrañas y en el centro del alma:
ésta es la esencia, el dato básico, la única certeza;
que solamente tu respiración te acompaña,
que siempre bailarás con tu sombra,
que esa tiniebla eres tú.
Tu corazón, ese fruto perplejo, no tiene que agriarse con tu sino solitario;
déjalo esperar sin esperanza
que el amor es un regalo que algún día llega por sí solo.
Pero primero está la soledad,
y tú estás solo,
tú estás solo con tu pecado original -contigo mismo-.
Acaso una noche, a las nueve,
aparece el amor y todo estalla y algo se ilumina dentro de ti,
y te vuelves otro, menos amargo, más dichoso;
pero no olvides, especialmente entonces,
cuando llegue el amor y te calcine,
que primero y siempre está tu soledad
y luego nada
y después, si ha de llegar, está el amor.

Darío Jaramillo Agudelo / Primero está la soledad


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Sé que el amor
no existe
y sé también
que te amo.

Por ti muero ahogado.+

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Elves Dan Hausel

15 de diciembreNo sé cuándo empecé a buscar a esa persona. No sé quién es esa persona. No la conozco. Es raro cómo y cuándo la busqué. Soy dos ojos, me decía (me dije, me digo). Yo ya no soy yo, yo soy mis ojos. Busquen. Entre las hojas muertas, en los árboles filosos, en el sí y en el no, en el revés y el derecho, en un vaso de agua y en mi sed de siempre. Buscaba entre las multitudes, ello no quiere decir que miraba todos los rostros. Procedía por eliminación, yo sabía el color de sus cabellos, la forma de su cabeza, y con una mirada veloz volaba por sobre todas hasta convencerme de que la buscada faltaba. He mirado. He visto. Y no encontré a esa persona que me dirige desde su cueva de invisibilidades. 

Alejandra Pizarnik / Diarios / Paris, 1960


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Ya no me emocionaba por largo rato las palabras sensuales, o eróticas de aquel que lo fuera todo, ni la presencia del que consideré el gran amor, ya no recibía con ingenuidad felíz las rosas, aunque por alguna razón las seguí esperando. Cuando empezaba a llover el cuerpo me pide chocolate , los peces del acuario se volvieron lluvia cuando deje de creer en ella. Pero aún sigue lloviendo...
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Fotolenguaje
"...es que morir es una manera de ver lo invisible..."Maurice BlanchotDiscour sur la patience


23 de diciembreEl bosque estaba oscuro. Por eso las hojas suspendidas de las ramas amenazaban con un color negro, no verde. "Es mentira todo", pensé, "hasta lo que me decían del color de las hojas". Tenía tanto miedo que no sabía si avanzaba o retrocedía.
18 de diciembreNoche crucial. Noche en su noche. Mi noche. Mi importancia. Mí misma. La asfixiada ama la ausencia del aire. Memorias de una náufraga. Sueños de una náufraga. Qué puede soñar una náufraga sino que acaricia las arenas de la orilla.15 de diciembreNo sé cuándo empecé a buscar a esa persona. No sé quién es esa persona. No la conozco. Es raro cómo y cuándo la busqué. Soy dos ojos, me decía (me dije, me digo). Yo ya no soy yo, yo soy mis ojos. Busquen. Entre las hojas muertas, en los árboles filosos, en el sí y en el no, en el revés y el derecho, en un vaso de agua y en mi sed de siempre. Buscaba entre las multitudes, ello no quiere decir que miraba todos los rostros. Procedía por eliminación, yo sabía el color de sus cabellos, la forma de su cabeza, y con una mirada veloz volaba por sobre todas hasta convencerme de que la buscada faltaba. He mirado. He visto. Y no encontré a esa persona que me dirige desde su cueva de invisibilidades.

Alejandra Pizarnik / Diarios / Paris, 1960

Drive Incubus +



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