Tuve la oportunidad de crecer viendo la franquicia del agente 007 protagonizada por el carismático Pierce Brosnan durante gran parte de mi adolescencia, algo con lo cual aún tengo gratos recuerdos. Esto viene a colación debido a que no tuve la oportunidad de ver a los anteriores agentes británicos en su máximo esplendor, y de los cuales Sean Connery, por amplia diferencia, se lleva las palmas como el actor que ha dado vida al mejor James Bond de la historia. Impactante. Más teniendo en cuenta que este año se conmemora el personaje creado por Ian Fleming por su 50th aniversario. Eso sin mencionar que Skyfall es la cinta número 23 del famoso espía. Vamos, que desconocido este sujeto, para nada.
Pese a haber visto fragmentos, me lamento aún no haber visto filmes de Bond de antaño, es evidente el cuidado narrativo y estético que le daban a la historia en si. Bond era un caballero ante todo, tenía estilo y era un mujeriego empedernido. La cosa vino a cambiar cuando Martin Campbell dirigió Casino Royale y Daniel Craig encarno al espía seductor, pues se alejaba del estereotipo clásico que durante décadas había reflejado el 007. Ahora teníamos a un guerrero, un salvaje, alguien que se ensuciaba las manos y que iba en contra de las normas y reglas establecidas para el personaje. El experimento gustó y se continuo con Craig aunque desafortunadamente la siguiente entrega, Quantum of Solace, fue un desastre. Pese a ello se aposto por Craig nuevamente y se le encargo al fenomenal director Sam Mendes encargarse la de siguiente historia. ¿El resultado? Hay que analizarlo a fondo.
Skyfall pretende ser un reinicio a la franquicia, un nuevo comienzo que pretende introducir nuevos personajes para darle jubilación a otros. La historia no creo que sea novedosa ni tampoco este tan bien contada como se cabría esperar, pero por alguna razón ha tenido un enorme éxito en crítica y taquilla. La trama se podría resumir en esto: el MI6 está en peligro y su principal encargada M (Judi Dench) ve venir una amenaza del pasado que pretende tomar venganza en la forma de Javier Bardem como el perturbador Raoul Silva, ex-agente y que le tocaré ser el villano en turno. Bond deberá frenar esta amenaza y de paso enfrentarse a su propio pasado. La historia bien se podría contar en poco más de una hora, pero Mendes nos prepara para un nuevo rumbo a futuro, nos planta las semillas que están próximas a germinar durante las siguientes entregas.
No creo que Skyfall sea ni la mejor película del 007 ni tampoco que sea tan formidable y bien contada como mucho se ha llegado a decir, más sin embargo se aleja de la rudeza y salvajismo de Casino Royal y toma un ritmo mucho más pausado y relajante. Bardem borda un villano carismático y complejo pero que debido a un guión endeble, no logra trascender más de lo que pudiese y se convierte en un mero actor secundario con un risible desenlace. Craig por su parte esta en su papel, mucho más sobrio y mejor encajado, se nota una evolución mejor trabajada y un desarrollo en su personaje más creíble y lógica, se agradece. Por lo demás, actoralmente hablando, poco tengo que decir. Ni la chica Bond, interpretada por una hermosa Bérénice Marlohe ni Ralph Fiennes jugando un papel fundamental, que no revelare, logran trascender como se hubiese querido. Caso similar sucede con el nuevo Q, Ben Whishaw, encargado de darle todos los gadgets a nuestro querido agente, y la nueva Moneypenny, Naomie Harris, los cuales aportan lo mínimo.
Considero que Skyfall es la muerte del agente que vimos en las dos anteriores entregas y que se convertirá en la resurrección de un nuevo Bond. Las escenas de acción son mínimas, aunque espectaculares, como la secuencia inicial, y se decanta mucho más por la interacción entre personajes. El tema de la película interpretado maravillosamente por Adele nos remite a ese Bond de épocas pasadas, de gloria, y nos hace pensar que hay algo nuevo en el horizonte. Con esto no quiero que me malinterpreten, creo que Skyfall es una película que merece la pena que la vean, más aún si son fanáticos de la franquicia, pues es una cinta “enlace” con futuras y posibles secuelas. Tiene dosis de humor, acción y emoción, si; pero todo esta contenido, muy contenido diría. Ojala Mendes hubiese explotado más los elementos que tenía, es lo único que le reprocho.
Skyfall es una opción más que recomendable para ver en cines, sin tampoco deslumbrar como se ha estado diciendo por ahí. Es una cinta para ver entre amigos o en familia y que les puede resultar entretenida en estos días. Personalmente esperaba algo más, una propuesta más arriesgada, pero tampoco me desagrada lo que vi. Si van acudir a verla háganlo sabiendo esto: Skyfall más que una aventura del agente 007, es un recambio generacional para posteriores entregas. Esto no es malo, pero puede decepcionar a algunos. Traten de verla pensando en ello y estoy seguro que podrán disfrutarla.
★★★☆☆