Revista Belleza

Por Javier1976

La identificación de los factores asociados con una mayor incidencia de cáncer de mama es importante en el cribado de salud global en las mujeres. Los Actores de riesgo del cáncer de mama pueden dividirse en siete grandes grupos: edad, antecedentes familiares de cáncer de mama, factores hormonales, enfermedad proliferativa de la mama, irradiación de la mama o de la pared torácica a una edad precoz, antecedentes personales de neoplasias malignas y factores del estilo de vida.

Factores de riesgos para desarrollar cáncer de mama

1.- Edad y sexo:

La edad es probablemente el factor de riesgo más importante del cáncer de mama. La incidencia del cáncer de mama ajustada según la edad continúa aumentando con la edad creciente de la población femenina. El cáncer de mama es excepcional en personas menores de 20 años, y los casos en estas mujeres suponen menos del 2 % de todos.

Después, la incidencia aumenta hasta 1 de cada 233 entre los 30 y 39 años, 1 de cada 69 de los 40 a los 49 años, 1 de cada 42 entre los 50 y los 59 años, 1 de cada 29 de los 60 a los 69, y 1 de cada 8 a los 8 0 años. O dicho de otra manera, las mujeres tienen actualmente un riesgo promedio del 1 2 ,2 % de recibir un diagnóstico de cáncer de mama en algún momento de sus vidas.

No obstante, también hay cáncer de mama en los hombres, aunque es menos del 1% de la incidencia de las mujeres; para 2 0 1 0 se han previsto 1970 casos de cáncer de mama invasivo

Los tumores de mama en hombres son con más probabilidad benignos y secundarios a ginecomastia o a otros tumores no cancerosos.

2.- Antecedentes personales de cáncer de mama:

Los antecedentes de cáncer en una mama aumentan la probabilidad de un segundo cáncer primario en la otra mama. La magnitud del riesgo depende de la edad al diagnóstico del primer cáncer primario, el estado de los receptores de estrógenos del cáncer de mama inicial y el uso de quimioterapia sistémica y tratamiento hormonal complementarios. En números absolutos, el riesgo real oscila entre un 0,5-1 %/año para pacientes de menor edad, y un 0 ,2 % en pacientes de edad avanzada.''^

3.- Factores de riesgos histológicos:

Las alteraciones histológicas diagnosticadas en las biopsias de mama representan una categoría importante de factores de riesgo para el cáncer de mama. El carcinoma lobulillar ¿nsitu (C L IS) es un trastorno relativamente infrecuente que se observa básicamente en mujeres premenopáusicas de menor edad.

4.- Factores de riesgo reproductores:

Se cree que las etapas reproductoras que aumentan la exposición de una mujer a los estrógenos a lo largo de la vida elevan su riesgo de cáncer de mama. Estas son menarquia antes de los 12 años, primer recién nacido vivo después de los 3 0 años, nuliparidad y menopausia después de los 55 años.

Hay una reducción del 10 % en el riesgo de cáncer de mama por cada 2 años de retraso en la menarquia; el riesgo se duplica con la menopausia después de los 55 años. Aquellas con una gestación a término antes de los 18 años tienen la mitad del riesgo de desarrollar cáncer de mama que las mujeres cuya primera gestación se produjo después de los 3 0 años. No hay un aumento del riesgo asociado a los abortos inducidos.

Se ha descrito que la lactancia materna reduce el riesgo de cáncer de mama , y esto podría ser secundario a una disminución del número de ciclos menstruales.

Cuando se comparan con edad, sexo, factores de riesgo histológicos y genética, los factores de riesgo reproductores son relativamente leves en cuanto a su contribución al riesgo (R R , 0 ,5 -2 ). Sin embargo, estos factores, a diferencia de los antecedentes familiares o los factores histológicos, afectan sobremanera a la prevalencia del cáncer de mama en las poblaciones

5.- Modelos de evaluación del riesgo

Se determinó que edad, grupo étnico, edad en la menarquia, edad con el primer recién nacido vivo, número de biopsias mamarias previas, presencia de enfermedad proliferativa con atipia y número de familiares mujeres de primer grado con cáncer de mama, influían en el riesgo de cáncer de mama. El modelo no incluye información detallada acerca de factores genéticos.

6.- Uso de hormonas exógenas

Estrógenos y progesterona terapéuticos o complementarios se utilizan en distintas situaciones; las dos más frecuentes son como anticonceptivos por parte de mujeres premenopáusicas y como THS en mujeres posmenopáusicas.

Otras indicaciones para su uso son irregularidades menstruales, ovarios poliquísticos, tratamientos de fertilidad y estados de insuficiencia hormonal. Los estudios han apuntado que el riesgo de cáncer de mama es mayor en consumidoras actuales o en el pasado de anticonceptivos orales, un riesgo que disminuye a medida que aumenta el tiempo desde su suspensión.

7.- Factores de riesgos que pueden modificarse

Factores reproductores

Edad con la que se tiene el primer recién nacido vivo (gestación término después de los 30 años)

Número de hijos

Obesidad

Consumo de alcohol

Tabaquismo

Uso de tratamiento hormon al sustitutivo

Escasa actividad física

Trabajo a turnos (turno de noche)

Tratamiento de pacientes de alto riesgo

En la práctica, los clínicos valoran los factores de riesgo y consideran aquellos que son importantes para un paciente concreto con el fin de establecer recomendaciones acerca de intervenciones y pruebas de cribado.

Un riesgo aumentado de cáncer de mama se define como un riesgo a 5 años calculado del 1,7% o superior, empleando la calculadora de riesgos del National Cáncer Institute (NCI). Este es el riesgo promedio de una mujer de 60 años; se ha utilizado para diseñar los estudios de prevención estadounidenses. Esta calculadora de riesgos no es aplicable a mujeres con cáncer de mama invasivo, C D IS o CLIS.

El modelo no hace ajustes según la presencia de familiares de primer grado con cáncer de mama premenopáusico o bilateral, y las mutaciones genéticas no están incluidas en el cálculo. El clínico debe comprender que es posible que se subestime notablemente el riesgo si están presentes esos factores y, por tanto, el cálculo del riesgo debe realizarse en el contexto de la historia clínica global de la paciente y sus antecedentes familiares.

No obstante, incluso con esas limitaciones, el modelo de Gail supone un valioso punto de inicio para evaluar el riesgo de cáncer de mama. Esta valoración del riesgo puede aportar las bases de las estrategias de prevención primaria y las pruebas de cribado apropiadas para el nivel de riesgo de cada persona.

Para mujeres en las que se determina que el riesgo de desarrollar un cáncer de mama es elevado, las opciones son seguimiento estrecho con exploración clínica de las mamas, mamografía y RM de mama (según el riesgo a lo largo de la vida), o intervenciones dirigidas a reducir el riesgo, como quimioprevención con tamoxifeno o raloxifeno o bien mastectomía u ovariectomía bilateral profilácticas.

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