07 - Emigrar y Adaptarse

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EMIGRARYADAPTARSE

“Si a Roma fueres, haz como vieres”

En mi último escrito (06-La decisión de emigrar) mencioné una aseveración hecha por una experta en movilización de poblaciones: “Toda emigración es un acto de supervivencia”.

Asimismo,escribí que, una manera realista de enfocar inicialmente el proceso de emigrar, era planteándose y dando respuestas precisas a tres aspectos fundamentales:

1.- Los motivos reales que me llevan a siquiera pensar en una emigración:

2.- Los motivos que podrían hacer que decidiera no salir de mi país.

3.- Los motivos que podrían hacer que, una vez me haya mudado a otro país, regresara al que he dejado: cuál es mi Umbral de Aceptación del Cambio

Una vez que hayamos realizado en frío ese ejercicio de razonamiento, tendremos un panorama claro y -sobre todo- un resultado de sopesar lo que nos impulsa a irnos, lo que nos llevaría a quedarnos, y lo que nos induciría a regresar.

Si de esta consideración razonada de elementos, llegamos a la conclusión de que el lugar donde vivimos claramente ha dejado de ser el adecuado para que desarrollemos allí nuestras vidas, tendremos altas probabilidades de éxito en nuestra movilización.

Me atrevo a afirmar que, un factor crítico de éxito para el que emigraes su Resilience (en inglés) que, según el glosario de las Naciones Unidas se refiere a:

“la capacidad de un sistema, comunidad o sociedad potencialmente expuesta a peligros, para adaptarse-resistiendo o cambiando-con el fin de alcanzar y mantener un nivel aceptable en su funcionamiento y organización”.

En la circunstancia que nos ocupa, el emigrante requerirá poner en práctica dos tipos de competencias: capacidades de recuperación (de resistencia y de elasticidad, para soportar esfuerzos sin romperse, sin deformarse permanentemente y sin deteriorarse) y capacidad de aprender de la experiencia (de plasticidad, para cambiar de manera permanente e irreversible al estar sometido a tensiones por encima de su límite elástico).

Es esta aptitud para, por una parte, adaptar de manera exitosa las capacidades y potencialidades que trae a las exigencias diferentes del nuevo medio y, por la otra, de desarrollar y aprender conductas innovadoras para responder adecuadamente a los diversos retos que van apareciendo, la que hará posible que el recién emigrado se incorpore a la cultura del país adonde llega.

Podríamos condensar estas cualidades en el término flexibilidad ante el cambio.

El ahora inmigrante, si se propone ser éxitoso en su mudanza a otro país, tendrá que aplicar esa flexibilidad, sobre todo a aceptar las prácticas culturales, disposiciones legales, aprendizaje del idioma, del país que desde ese momento lo está alojando.

De no hacerlo así y persistir en mantener intactas las conductas propias de su país de origen, lo más probable es que-como muchos inmigrantes-en lugar de insertarse en la nueva cultura, lamentablemente se sumerja en su ghetto; entendiendo por tal: área en la que la concentración de un determinado grupo social es excluyente.

Una opción recomendable para promover la inclusión del inmigrante en la sociedad de la cual empieza a formar parte, es incorporarse como voluntario a alguna organización local que le brinde la oportunidad de involucrarse paulatinamente y con personas del país a la nueva cultura.

Si la persona tomó la decisión informada de salir del lugar donde vivía, porque claramente había dejado de ser el adecuado para desarrollar allí su vida,¿cuál es la intención que le lleva a pretender recrear en el nuevo país la cultura y contexto humano que dejó atrás?¿cuál es la finalidad de vivir en el ghetto?

El propósito del inmigrante no es vivir en el pasado, lleno de recuerdos y nostalgia desituaciones, personas y costumbres que muchas veces ya no están allí, o ya no existen o ya no son propicias para su desarrollo como persona.

El propósito del inmigrante es sobrevivir en el país de acogida, adaptarse, integrarse a la nueva comunidad y crear una vida productiva para sí mismo y los suyos.