Hace un año muchos nos levantamos con las peores noticias que podríamos tener sobre Japón. Un gran terremoto 9,0 grados afectó a Japón y este causo un gran Tsunami que arrasó varias ciudades del norte de Japón. Al terremoto les siguieron varias réplicas durante todo el día y los problemas siguieron centrándose en los problemas en la central nuclear de Fukushima.
Durante estos días hemos podido ver varios reportajes en televisión y prensa, recordando esta tragedia. Yo también quería recordarla en el blog de alguna forma, pero sabia que lo que yo podría escribir solo serían palabras basadas en informaciones de terceras personas con lo que le pedí a mi amigo Ryohei si podía contarme un poco como estaba la situación un año después. El hecho de que él ha estado implicado en varias iniciativas de ayuda y voluntariado podría ayudarnos a saber más del tema por alguien implicado. Al final Ryohei ha escrito más que unos pequeños tips para hacer un post y ha escrito un reporte completo a pesar de estar muy ocupado y que se lo pedí con poco tiempo.
Aquí os dejo con el escrito de Ryohei que solo he adaptado un poco al blog.
Hoy, 11 de marzo de 2012, ha llegado el primer aniversario de aquel desastre inolvidable para nosotros. Ha habido varios tipos de ceremonias conmemorativas por todas las partes de Japón, e incluso por otros países. De hecho, hasta unos meses después, nadie se pudo enterar de lo que había ocurrido exactamente ese día y lo que tendríamos que sufrir como consecuencia a partir del 11 de marzo.
Según los datos del Departamento de Restauración, que fue fundado justo hace un mes, el número de los evacuados que se vieron obligados a abandonar sus queridas localidades alcanza a 349.000 y entre ellos, más de 116.000 personas siguen viviendo en casas provisionales. Mientras tanto, el Departamento de Policía Nacional indica que la cifra de las muertes por el desastre llega 15,854, el peor desde los años de la Segunda Guerra Mundial y todavía 3.155 personas están desaparecidas.
La escala del terremoto principal, de magnitud 9,0, fue tan grave que provocó enormes tsunamis. Y en una zona de Tohoku uno de estos maremotos alcanzó los 40 metros de altura.Durante este año, las zonas afectadas se están recuperando poco a poco con la reconstrucción de las infraestructuras y la reanudación de la industria pesquera y agrícola. Seguramente los damnificados se están dirigiendo hacia la recuperación paso a paso, pero en realidad todavía están muy lejos de la vida original ya que aún se enfrentan a varias dificultades. El primero es el destrozo de los terremotos y tsunamis.
Según los especialistas, el problema de las centrales nucleares de Fukushima 1 no se solucionará al menos hasta dentro de 30 años. A pesar de que en diciembre del año pasado, el gobierno japonés declaró que todos los reactores de las centrales habían sido conseguido una condición en la que la temperatura en el envase del combustible nuclear se mantenía baja, en realidad todavía la situación sigue siendo inestable ya que un termómetro del envase indicó un número alto o se detectó un alto dosis cerca de reactores. Hay que pasar muchas fases para llegar el punto final de la recuperación, como la extracción y la supresión del combustible nuclear y la eliminación de las sustancias radioactivas en las zonas contaminadas. No obstante, el trabajo está obstaculizado por las alto dosis de radiactividad y no avanza tan rápido como se esperaba. Además como hubo hundimiento del terrenos en algunas regiones costeras, allí ya no pueden pasar los barcos para pescar en los puertos.
Por otra parte, el hecho de que en muchas ciudades y pueblos aún no se haya llegado a un acuerdo sobre el plan de reconstrucción también impide que se dirijan hacia la recuperación. Tienen que comenzar las reconstrucciones basándose en las medidas para cuando azoten otros tsunamis del mismo grado, pero realmente existen discrepancias incluso entre los mismos ciudadanos. Encima, las zonas afectadas sufren del problema de los escombros. Por los terremotos y tsunamis, se producieron aproximadamente 22,5 millones toneladas de escombros, excepto los arrastrados hacía el Océano Pacífico,el 94% permanece sobre la tierra. A pesar de que todo el mundo reconoce que es necesario retirar todos los escombros para recuperar zonas afectadas, muchas ciudadanos se preocupan por el efecto de la radiactividad que se detecta en algunos escombros, casi todos los municipios rechazan recibirlos.
Aun estas dificultades, hemos experimentado la fuerza de los vínculos de amor y amistad entre la gente, sin hacer distinción entre japoneses y extranjeros, por la gran cantidad de personas que han hecho colectas o que han participado en las actividades de voluntariado. Hasta mediados de febrero, la suma de la recaudación de donativos que ha sido enviado a 4 instituciones benéficas, como la Cruz Roja de Japón, importó más de 3.000 millones de euros, y este número no incluye el dinero que ha sido enviado directamente a los municipios afectados. Mientras tanto, la cifra oficial de los participantes en los actos de voluntariado superó a un millón. Yo también he visitado 5 veces algunas zonas afectadas por el desastre y he participado varias actividades como quitar escombros amontonados, sacar el lodo de arroyos, arreglar caminos cubiertos por el barro y lodo, jugar con los niños en casas provisionales, etc.
En mayo tomé la siguiente foto en la ciudad Iwaki, la prefectura de Fukushima. Dicen que estos escombros ya fueron trasladados.
Sin embargo, en octubre cuando hice trabajos de cavar un campo de arroz para extraer escombros en Rikuzen-Takata, una de las localidades más azotadas por los tsunamis de la prefectura de Miyagi, descubrimos uno tras otro un montón de escombros de casas, artículos de uso diario, ropa lavada, etc.
En noviembre acudí a un barrio de casas provisionales en Yamamotocho en Miyagi y jugué con niños que seguían viviendo ahí con cierta incomodidad con el fin de aliviar las heridas de su corazón. No obstante, todavía no hay perspectivas de poder volver a sus lugares natales.
Lo que he sentido por esta experiencia es que hace falta muchísimo tiempo para que la gente de Tohoku recupere su vida cotidiana. Justo después del desastre, especialmente durante el primer medio año, el estancamiento de la industria de Tohoku afectó gravemente la economía de todo el país y la bajada drástica del número de turistas extranjeros dañó la industria de servicios. Sin embargo, se están mejorando tales situaciones aunque es un proceso muy lento y pese a la preocupación sobre las centrales nucleares, parece que en casi todos los habitantes del país han recobrado su vidas norma, excepto en las zonas directamente afectadas.
Por ende, una cosa más preocupantes ahora es que los ciudadanos fuera de estas localidades, incluidas zonas metropolitanas como Tokio, no tengamos mucho en cuenta la catástrofe y nos olvidemos de los damnificados. Así que creo que es necesario reconocer de nuevo, en ocasión del primer aniversario,el desastre inaudito qué pasó y cómo es la situación actual de las zonas afectadas y de los damnificados.
El próximo domingo, el 18 de marzo, voy a organizar con mis amigos un evento de beneficencia, en el cual disfrutaremos con amigos y sus conocidos un campeonato de deportes y una pequeña fiesta con el fin de hacer una colecta y consumir comida y bebidas de Tohoku, con dificultades de la economía por la catástrofe. Pero el verdadero objeto es “no olvidarnos de los que sufren”. Aunque sea algo pequeño o parezca inútil, seguiré tratando de hacer cualquier cosa para que toda la gente puedan pasar juntos por el camino hacía la recuperación.
Por último, queremos agradecer de nuevo a toda la gente fuera de Japón que se han preocupado por nuestro país desde principio y que nos han ayudado tanto material como moralmente. Nosotros nos hemos podido dirigir hacia la restauración indudablemente en virtud de vosotros.
Escrito por Ryohei
Por lo que conozco a Ryohei, sé que ha sacrificado horas de descanso para poder escribirlo, y se lo agradezco enormemente. Por el amor que tiene a su país y también al nuestro, ha querido escribir este reporte para que conozcamos de primera mano lo que paso y lo que esta pasando. Viendo su labor durante este año en el que ha hecho muchas actividades de voluntariado y colectas, me hace ver lo fuertes que han sido los japoneses en la adversidad. Y que con gente solidaria y entregada a la causa como Ryohei, saldrán adelante hasta la total recuperación.