Tanto las sociedades científicas como los distintos centros de profesionales de la sanidad alertan de la situación por la que está pasando el sector, y es que se estima que hasta un 25% de incidentes laborales violentos se producen en ese entorno.
José Rodríguez Sendín, presidente de la Organización Médica Colegial (en adelante OMC), ha confirmado la dura situación por la que pasan los profesionales de la salud, y ha abogado por una “tolerancia cero ante estos sucesos que van en aumento”.
De acuerdo con el Observatorio de Agresiones de la OMC, sólo en el año 2010 se registraron más de 450 agresiones hacia el personal sanitario, de las cuales más de la mitad se dieron en la rama de Atención Primaria.
Además, “existen más casos de los que señalan las estadísticas y que no han visto la luz”, asegura Julián Ezquerra, portavoz de la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos.
Sendín añade que “los médicos no gozamos de apoyo de ningún tipo en este duro camino, lo único que nos encontramos son trabas que demuestran la poca seriedad de la gente con este asunto”. Va más allá cuando expresa que estos hechos reflejan el comportamiento de la sociedad de los últimos años, donde se aumenta la violencia y no se hace nada al respecto.
Médicos y técnicos sanitarios piden más protección jurídica de sus derechos como trabajadores, así como una tolerancia cero contra este tipo de agresiones, a menudo muy infravaloradas por la sociedad en general.
De hecho, los especialista tildan de “insuficiente” la ley que el fiscal general del Estado emitió para considerar como delito las agresiones que sufrían los trabajadores públicos (entre ellos los médicos).
La razón radica en que no se tiene en cuenta la sanidad privada: la ley sólo contempla los centros de salud públicos.
Otro aspecto que se podría mejorar, de acuerdo a los responsables de la OMC, son los años que se tarda para resolver una denuncia, sin ningún tipo de medida pasajera entremedio.