Hoy vengo con un tema sobre el que hace tiempo que quiero hablar. Por todos vosotros es conocida mi manía por escribir con música de fondo. Desde que era un niño me fascinan las bandas sonoras como acompañamiento a las buenas historias, y no contemplo diseñar o escribir una escena sin una buena melodía que la acompañe.
Podríamos decir que la música instrumental es mi musa.
Y, como todos, tengo mis bandas sonoras preferidas. Incluso tengo mi clasificación por géneros (no es lo mismo, por ejemplo, describir una escena de amor con la tan brillante como empalagosa Rachel Portman, que con Ennio Morricone). En próximos artículos hablaré sobre otros géneros, pero por ser el primero, centraré el texto de hoy en escenas de novela negra (me refiero a escenas, y no novelas en general, porque en mis libros hay tanto capítulos negros como el azabache, como romances que, sin ser rosas, poco tienen de negro).
Nota: en este artículo siempre me referiré a una buena banda sonora como parte de una historia, y no como pieza musical independiente. Para que me entendáis, la archiconocida Marcha Imperial de John Williams es una obra maestra, música de cine con mayúsculas, pero sin embargo no encajaría en una escena donde se produce un asesinato/investigación/descubrimiento impactante.
Dicho esto, y sin más dilación, vamos al lío:
1. LAS HORAS (Philip Glass)
Empiezo con una de mis preferidas. Con esta BSO nominada al Oscar en 2002, Philip Glass es capaz de envolver al escritor en un halo de misterio muy útil para escenas de transición previas a la acción. Personalmente, yo utilizo mucho este disco (porque la verdad es que es de las pocas bandas sonoras donde todos los temas son aprovechables) en escenas donde el personaje va avanzando paulatinamente en su camino hasta que, finalmente, descubre un misterio que dejará con la boca abierta, tanto al lector como al propio personaje. Una joya.
2. INTERESTELLAR (Hans Zimmer)
Ideal para investigaciones o procedimientos policiales. A veces, encontrar la inspiración para describir un interrogatorio, una autopsia o la búsqueda de una pista por parte de un policía, no es sencillo. Para esos casos siempre tiro del bueno de Hans, que me transporta a un mundo donde soy un policía con problemas típicos de policías. En concreto para mi última novela (que saldrá a la venta en los próximos meses), he terminado por sobreutilizarla.
No deja de ser curioso que una banda sonora compuesta para una película que trata sobre agujeros de gusano y realidades interdimensionales, cuaje tan bien en una escena policial pura, ¿verdad?
3. EL ATLAS DE LAS NUBES (Tom Tykwer)
El atlas de las nubes es una película polémica, pero lo que es indudable es que posee una de las bandas sonoras más bellas de los últimos años. En concreto, su suite final evoca por sí misma paisajes épicos, moralejas complejas y objetivos alcanzados.
A mí me gusta utilizarla en los anticlímax de mis novelas. Creo que la majestuosidad creciente del tema es perfecta para el momento en que el personaje ha culminado su transformación, para bien o para mal, al conseguir (o no) su objetivo vital.
4. THE IMITATION GAME (Alexandre Desplat)
Alex Desplat se ha ganado un puesto de honor entre mis compositores favoritos con esta obra. Sin pretender spoilear mi propia novela, podría decirse que The Imitation Game es la banda sonora principal de El aleteo de la mariposa. Se trata de una preciosa melodía principal, pegadiza, tan entrañable como llena de suspense. Es con este tema con el que construí a mi personaje protagonista, y con la que acompañé todos sus pasos durante la novela.
Como anécdota, he tenido el placer de verla interpretar en directo por una orquesta sinfónica, y puedo asegurar que fue una auténtica delicia. Inolvidable.
5. LA RED SOCIAL (Trent Reznor & Atticus Ross)
Aviso a navegantes: La banda sonora de La red social no es para escuchar por placer. Es música oscura, estridente y monótona. Casi deprimente. ¿Veis ya adónde quiero llegar? Es la banda sonora perfecta para describir un asesinato, violación o pandemia apocalíptica. Escritores, hacedme caso: dadle una oportunidad cuando tengáis vuestra escena de novela negra entre manos.
6. TAN FUERTE, TAN CERCA (Alexandre Desplat)
Otra perla de Desplat. Esta hermosa melodía me cautivó tanto que la utilicé como banda sonora del booktrailer de El secreto de Oli. Para mí, es como un vals oscuro que te recuerda constantemente que, aunque ames a tus personajes, deben sufrir como desgraciados por el bien de la trama.
7. MULHOLLAND DRIVE (Angelo Badalamenti)
Mulholland Drive se convirtió en una de mis películas preferidas según la vi por primera vez, y gran parte de la culpa la tiene el gran Angelo Badalamenti. El tema principal, que hace a su vez de introducción de la película, no puede ser más intrigante. Perfecto para introducir un misterio, la cara más oscura del personaje de tu novela. Es la música ideal para frases cortas y contundentes, plagadas de términos como “sangre”, “recuerdo”, “alcohol”, “pistola”, “noche” o “terror”.
8. PERDIDA (Trent Reznor & Atticus Ross)
Al igual que ocurre con La red social, Trent Reznor & Atticus Ross vuelven a prestarnos una serie de temas intrigantes e indeterminados, sin una melodía “silbable”, pero con un profundo sentido del misterio.
9. GRAVITY (Steven Price)
Otra música espacial que se cuela entre mis BSO preferidas. Indudablemente es, de toda la lista, la más potente. Perfecta para la escena del clímax final, o, mejor aún, para un anticlímax apoteósico. Recientemente he escrito el capítulo de mi novela donde se resuelve todo (¿triunfará el bien o el mal? Pronto lo sabréis…), y os confieso que estaba sudando cuando lo terminé. Eso sólo puede resultar en algo bueno, ¿no? No habría podido hacerla con tanta pasión sin la ayuda de Steven, de eso no me cabe la menor duda.
10. EL ASESINATO DE JESSE JAMES (Nick Cave y Warren Ellis)
Y para terminar, uno de los temas con los que escribí, allá por 2011, mi primera novela. Casi me atrevería a decir que es una música que va bien con cualquier género. Así de inspiradora me parece. Ese violín rasgado, que casi parece llorar, va culminando la cima de la canción conforme pasan los segundos. Es como si te diese la escena en bandeja, y el escritor no tuviera más que dejarse llevar por el ritmo. Probadlo y me daréis la razón.
Por supuesto, el mundo de las bandas sonoras está repleto de obras de arte muy aprovechables por escritores, tanto como películas existen (quizá algún día escriba un artículo sobre películas que inspiran historias para novelas). Yo sólo he querido destacar las 10 que más me han ayudado a escribir escenas de misterio y suspense.
Espero que hayáis descubierto algún tema nuevo que os inspire. Y, en cualquier caso, si el artículo os ha parecido interesante, ya sabéis: ¡a compartirlo en las redes sociales!